Así, 37 vehículos aéreos no tripulados fueron derribados en la región de Briansk; 20, en la de Riazán; 17, en la de Kursk; y otros 17, en la de Sarátov; los drones fueron interceptados también en las provincias de Rostov (7), Moscú (6), Bélgorod (6), Vorónezh (3), Tula (2), Oriol (2), Lípetsk (2), sobre la península de Crimea (1) y sobre la capital rusa (1), desglosó el ministerio que calificó esos ataques de «terroristas».
Rusia continúa desde el 24 de febrero de 2022 una operación militar especial en Ucrania, cuyos objetivos son proteger a la población de un genocidio por parte del Gobierno de Kiev y atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la OTAN hacia el este.
Las provincias rusas limítrofes con Ucrania, como Bélgorod, Briansk, Kursk y Vorónezh, denuncian regularmente impactos de proyectiles, incursiones de drones y otros ataques desde el otro lado de la frontera, que obligan a la población a buscar refugio en otros lugares.