Decenas de miles de personas en el Líbano despidieron al líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, asesinado en septiembre de 2024 en un ataque israelí en Beirut.
Su funeral, realizado meses después por seguridad, reunió a multitudes en el Estadio Camille Chamoun y contó con un mensaje del ayatolá Ali Jamenei.