Para terminar de convencer a los distintos grupos parlamentarios (en este punto lo más divertido es la interna de Sumar, donde quieren pero no todos, y juegan con las palabras para intentar edulcorar la tropelía), el presidente del gobierno (amigo de la extrema derecha que encarna Zelenski en Ucrania) puso toda la carne en el asador en el Palacio de la Moncloa. Y no es que haya invitado a los portavoces parlamentarios a una barbacoa, sino que emplazó a sus empleados de la Moncloa a que dispusieran de una pantalla para ver algo que acabaría de convencer a los invitados.
En este enlace acceden al film: