«No hay evidencia de trata de personas en el programa de la cooperación médica cubana», recalcó la titular caribeña.
La Cancillería emprendió una revisión del plan mucho antes de que surgiera cualquier escrutinio internacional y son inexistentes los elementos que tipifiquen el delito de trata.
Johnson-quien recordó que este vínculo existe con la mayor de las Antillas hace 50 años-explicó que su gobierno sigue atendiendo este asunto.
Ahora podrían haber mejoras administrativas, pero Kingston confía en la integridad de este programa, enfatizó.
Recuerda el diario digital Jamaica Observer, que varios líderes caribeños adoptaron una postura firme ante las amenazas de la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Entre ellos, los de San Vicente y las Granadinas, Barbados, y Trinidad y Tobago.
Miles de enfermeras cubanas-puntualiza el rotativo- brindan cuidados en todo el Caribe, incluida Jamaica, y lo han hecho durante muchos años.
En Jamaica, esa colaboración con Cuba se remonta a 1976 y, aunque se está revisando el memorándum de entendimiento para su renovación, Johnson expresó su confianza en él.
Las declaraciones de la canciller de Jamaica tienen como telón de fondo, las amenazas de Washington de cancelar las visas de cualquier funcionario del gobierno, así como de sus familiares inmediatos de los países que mantienen el programa de misiones médicas.
