Según el sondeo de Ipsos para La Tribune Dimanche, la impopularidad del jefe de Estado llegó en abril al 70 por ciento de los entrevistados, un punto más que en marzo, mientras la del jefe de Gobierno escaló hasta el 67, tres unidades más que el mes precedente.
Macron tiene un 26 por ciento de criterios favorables, un punto menos que en marzo, pero lo cierto es que su imagen ha mejorado en los últimos meses a raíz de su proyección internacional, en particular ante la guerra en Ucrania, con una clara postura antirrusa, y el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca con políticas que ponen en vilo al planeta.
La confianza en el mandatario había tocado fondo en enero, al encontrar entre los franceses un rechazo inédito, cercano al 80 por ciento, desde la crisis de los Chalecos Amarillos a finales del 2018 y principios del 2019.
Por su parte, la popularidad del primer ministro marcha en sentido opuesto, cediendo puntos mes tras mes, escenario atribuido a situaciones como el escándalo por los abusos físicos y sexuales en el colegio católico de Bétharram durante su época de ministro de Educación, en los años 90.
Bayrou también generó malestar con sus declaraciones de descartar un retroceso en la edad de retiro a los 62 años, después de que Macron la llevara a 64 en una impopular ley impuesta en 2023, pese a convocar a una consulta de sindicatos y patronales bajo la promesa de invitar a un diálogo sin tabúes.
De acuerdo con el director general delegado de Ipsos, Brice Teinturier, la labor del primer ministro da la impresión de hacer flotar al país: “no nos hundimos, pero tampoco nos recuperamos”.
Asimismo, consideró que el jefe de Matignon y su gobierno motivan el sentimiento de que no hablan con los franceses.
