
Durante su primera declaración gubernamental ante el Parlamento alemán desde que asumió como jefe de Estado, Merz aseguró este 14 de mayo que «proporcionará todos los recursos financieros que necesite la Bundeswehr [Fuerzas Armadas de Alemania] para convertirse en el Ejército convencional más fuerte de Europa».
Asimismo, el flamante canciller precisó que, para alcanzar esa meta, su Gobierno creará «un nuevo y atractivo servicio militar voluntario», que tendrá como objetivo aumentar la cantidad de soldados activos.
Estas declaraciones se dan en el marco de la escalada retórica de los gobiernos de Alemania, Francia y Reino Unido en relación al conflicto de Ucrania, en la que tanto Merz como el presidente Emmanuel Macron y el primer ministro Keir Starmer han afirmado que analizan desplegar soldados de sus países en el territorio ucraniano para «garantizar la paz», algo que Moscú advirtió que podría derivar en un enfrentamiento directo de la OTAN con Rusia.
En ese sentido, Merz dijo que Alemania debía «asumir más responsabilidad dentro de la OTAN y la Unión Europea» y prometió seguir apoyando a Ucrania, reiterando también el «apoyo inquebrantable» de Berlín a Israel en su operación militar en la Franja de Gaza y la región, que muchos gobiernos, organismos internacionales y publicaciones de todas las latitudes han calificado de «genocidio» y «limpieza étnica».
«La existencia y la seguridad de Israel son y siguen siendo razón de Estado para nosotros. Con el 7 de octubre, esta responsabilidad histórica se ha vuelto de nuevo muy concreta», dijo el canciller alemán. Y añadió: «Por ello, quiero decir a nuestros amigos israelíes: estamos de forma inquebrantable al lado de Israel».
Más adelante, Merz se refirió a sus planes económicos, y prometió revertir la trayectoria negativa del PIB alemán, que lleva contrayéndose dos años consecutivos, 2023 y 2024, y que en el primer trimestre registró una modesta alza interanual de 0,2%.
«Haremos todo lo posible para que la economía alemana vuelva a la senda del crecimiento», dijo Merz, quien prometió que el país europeo «volverá a ser un motor de crecimiento» gracias a las reformas que implementará.
La burguesía alemana nunca pierde la oportunidad de apuntarse a un genocidio. Si no espabilaron después de lo de 1945, nunca lo harán.
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