Venezolanos y venezolanas se movilizan en una Gran Marcha Nocturna este lunes para rechazar el robo del crudo venezolano por parte de Estados Unidos en el Mar Caribe, mediante la incautación ilegal de un buque petrolero, y en honor al aniversario 26 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Carta Magna cuyos principios guían el plan integral de las Siete Transformaciones que están llevando a la economía venezolana a su mejor momento desde el inicio de la Revolución Bolivariana, pese a las severas sanciones de los EE.UU.
Desde diferentes ciudades del país, la Gran Marcha por la Unidad Popular, la Transición al Socialismo y la Defensa de Nuestra Soberanía acogió al pueblo organizado y reafirmó su apoyo al presidente electo Nicolás Maduro. Las marchas ocurren en un ambiente pacífico y de festejo, resaltó el alcalde del municipio Independencia, estado Miranda, Rayner Pulido.
Puntualizó que en cada territorio del país (con más de 300 marchas nocturnas en diversos estados) se evidencia la voluntad del pueblo organizado a defender su soberanía y garantizar la tranquilidad de la nación frente a cualquier circunstancia.
Los movilizados celebran además la conmemoración del primer año de la Ley Orgánica de la Justicia de Paz Comunal, un instrumento fundamental que promueve la participación y toma de decisiones en las comunidades desde las bases, y promueve la eliminación de funcionarios intermediarios entre la ejecución de obras y las decisiones de las comunas en asambleas.
Con sus símbolos y tradiciones bolivarianas, las comunidades indígenas se sumaron a las marchas, y reafirmaron que Venezuela quiere paz, el pueblo vive con alegría y en armonía y rechaza de manera contundente las agresiones y amenazas del imperio norteamericano.
Estas movilizaciones celebran además los 26 años de la Constitución Bolivariana de Venezuela, aprobada en el año 1999, que significó el primer proceso constituyente con voto popular en la historia nacional. Tras varias décadas de ese suceso, el pueblo asegura que su Carta Magna continúa siendo un faro de esperanza y un modelo de participación popular.
