Según un informe publicado el lunes por el diario estatal chino Global Times, el reactor para misiles de crucero hipersónicos logró funcionar unos 600 segundos durante un ensayo terrestre, lo que supera los resultados de las pruebas del avión hipersónico experimental estadounidense X-51, que solo funcionó durante 210 segundos.
Un scramjet potente es crucial para que un misil de crucero hipersónico alcance la velocidad hipersónica, pero desarrollar uno es muy difícil debido a problemas con los materiales resistentes al calor y al enfriamiento del motor, explicó el mismo medio.
El gigante asiático presentó por vez primera su misil hipersónico DF-17 en el desfile militar del Día Nacional del uno de octubre de 2019. Además, en esa fecha reveló su arma nuclear más avanzada, el misil balístico intercontinental (ICBM, por sus siglas en inglés) DF-41, capaz de golpear el territorio estadounidense en 30 minutos y llevar múltiples ojivas nucleares.
El anuncio de este avance armamentístico chino se produce en medio de una escalada de tensiones y guerra fría entre Pekín y Washington debido, en parte, a la pandemia global del nuevo coronavirus SARS-COV-2.
Las armas hipersónicas son conocidas por su alta velocidad y trayectoria impredecible, que hacen que la mayor parte de la generación actual de sistemas de defensa aérea resulte obsoleta contra ellas.
Otros países, como EE. UU. y Rusia, están desarrollando este tipo de armas. De hecho, Rusia está probando actualmente su misil de crucero hipersónico 3M22 Tsirkon, que podría entrar en servicio en los próximos años. Un misil estadounidense similar, que también se está probando, entrará en servicio mucho más tarde que el ruso, según los expertos.
Rusia ya dispone de dos tipos de proyectiles hipersónicos en su arsenal: el Avangard, un misil balístico intercontinental con una unidad de combate hipersónica, y el misil de crucero Kinzhal, que se lanza desde el caza de alta velocidad MiG-31K.
