«A pesar del carácter esencialmente de compromiso de estos acuerdos, no hemos renunciado ni renunciamos a los asuntos de principio para nosotros. Y los estadounidenses lo entienden. Nadie cuestiona la integridad territorial de Rusia ni la elección de los habitantes de Crimea, Donbás y Nueva Rusia, quienes en los referendos de 2014 y 2022 tomaron decisiones históricas sobre su reunificación con la Patria histórica», aseguró.
El diálogo entre Rusia y Estados Unidos sobre los temas «irritantes» avanza, aunque más lento de lo esperado, indicó el canciller. Agregó que está dispuesto a mantener reuniones personales con el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, cuando sea necesario, y que la comunicación regular es importante para tratar asuntos bilaterales, así como el conflicto en Ucrania.
De acuerdo con el jefe de la diplomacia rusa, el Kremlin mantiene en reserva los detalles de sus conversaciones con la Casa Blanca sobre la crisis ucraniana.
«Por razones evidentes, no revelamos todos los detalles de las negociaciones con EEUU sobre la cuestión ucraniana, aunque, cuando los medios difunden falsedades descaradas, naturalmente hacemos los comentarios correspondientes», destacó Lavrov, respondiendo a la pregunta de si la Administración estadounidense había comunicado su disposición a reconocer de jure a Crimea como territorio ruso dentro de un plan de paz para Ucrania.
Asimismo, reiteró que el fin del conflicto es imposible sin erradicar sus causas profundas y sin tener en cuenta los intereses de Rusia. En particular, prosiguió, Moscú considera cerrada la cuestión de la pertenencia de Crimea.
«En cuanto a Crimea y a [la ciudad de] Sebastopol, los habitantes de la península ejercieron su derecho a la autodeterminación en el referéndum de marzo de 2014, votando a favor de la reunificación con Rusia», recordó el alto funcionario.
«No existe una forma legal» de confiscar los activos rusos congelados
«Hace tiempo que ya no sorprende el cinismo con el que la Comisión Europea interpreta la Carta de la ONU y otras normas del derecho internacional, incluidas las disposiciones sobre la inmunidad soberana y la inviolabilidad de los activos de los bancos centrales (…) Por mucho que se intente estructurar un esquema para apoderarse del dinero ruso, no existe una forma legal de hacerlo», subrayó el canciller.
Lavrov advirtió que la confiscación de las reservas de oro y divisas de Rusia no salvará a Kiev «de la ‘Europa unida'», y que «el régimen no podrá devolver ninguna deuda ni pagar nunca sus créditos».
El jefe de la diplomacia rusa aseguró que, en caso de que Occidente transfiera los activos congelados rusos a Kiev, Moscú «dará una respuesta adecuada a cualquier acción de pillaje, conforme al principio de reciprocidad, teniendo en cuenta los intereses nacionales y la necesidad de compensar los daños sufridos».
La Unión Europea y el Reino Unido, por su parte, buscan que Estados Unidos deje de lado la diplomacia y se sume plenamente a la presión militar contra Rusia en Ucrania, explicó.
«Según nuestra información, en Bruselas y Londres intentan persuadir a Washington de abandonar la vía político-diplomática para resolver la crisis y sumarse plenamente a la presión militar sobre Rusia, convirtiéndose así en parte del ‘partido de la guerra'», señaló Lavrov.
Tras el inicio de la operación militar especial de Rusia en Ucrania, la UE y el G7 inmovilizaron activos rusos por valor de 300.000 millones de euros. Unos 200.000 millones de euros se encuentran en la UE, básicamente en las cuentas de Euroclear, uno de los más importantes proveedores de servicios de liquidación y custodia de valores en Europa.
Antes, el Ministerio de Exteriores de Rusia tildó también de «robo» la inmovilización de los activos y señaló que la UE apunta no solo al dinero de inversionistas particulares, sino también a los activos soberanos de Rusia.
El Tratado Nuevo START
Estados Unidos, a través de canales diplomáticos, informó que está considerando la propuesta del presidente de Rusia, Vladímir Putin, de mantener después de febrero de 2026 las restricciones establecidas en el Nuevo START (Nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas), informó el canciller.
«Hasta ahora no hemos recibido una reacción sustantiva desde Washington. Según nos comunicaron por canales diplomáticos, ‘la cuestión se está considerando'», indicó.
Al mismo tiempo, subrayó que el país euroasiático no tiene intención de persuadir a Estados Unidos para que acepte la propuesta del presidente Putin de prorrogar por un año, después de febrero de 2026, las limitaciones establecidas en el START III.
«No vamos a convencer a nadie. Consideramos que nuestra medida responde a los intereses de ambas partes y de toda la comunidad internacional. Estamos preparados para cualquier desarrollo, aunque confiamos en que el resultado sea positivo», declaró.
Añadió que, para implementar esta iniciativa, solo se requiere reciprocidad por parte del país norteamericano.
«Mantendremos las restricciones voluntarias únicamente si, y mientras, la otra parte también las cumpla», precisó el ministro.
El Tratado START III, suscrito en Praga en 2010, limita los arsenales estratégicos de Rusia y EEUU a un máximo de 700 misiles desplegados, 1.550 ojivas nucleares y 800 lanzaderas desplegadas y en reserva. Firmado por un período inicial de 10 años y efectivo desde 2011, el acuerdo fue prolongado en 2021 por cinco años, hasta el 5 de febrero de 2026, por decisión de Moscú y Washington.
En febrero de 2023, Putin anunció que Rusia suspende la participación en el Nuevo TratadoSTART III y volvería a realizar ensayos de armas nucleares si EEUU fuese el primero en retomar esas pruebas.


