Varios lectores me han escrito para preguntarme si una tercera guerra mundial es inminente e inevitable. Aunque nunca ha desaparecido el dilema planteado al inaugurarse la era nuclear tras el lanzamiento de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945, hoy se ha puesto sobre el tapete, más que nunca antes en los últimos 80 años, la preocupación de los ciudadanos en diversas latitudes y longitudes del planeta.