Irán

Durante las conversaciones entre Teherán y Washington del pasado sábado, el Gobierno iraní dejó clara su postura, asegurando que espera llegar a un acuerdo beneficioso para ambas partes.

El portavoz del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, el general de brigada Ali Mohammad Naeini, enfatizó que «la seguridad nacional, la defensa y el poder militar son límites insalvables para la República Islámica de Irán, que no se pueden discutir ni negociar bajo ninguna circunstancia».

Teherán estaría de acuerdo con alcanzar los mismos niveles de enriquecimiento de uranio acordados en 2015 como parte del Plan de Acción Integral Conjunto.

Según un informe de Al-Monitor, en marzo se registró un aumento significativo de las exportaciones de petróleo iraní a China.

Aunque aún no sea obvio para Washington, una guerra estadounidense contra Irán se percibirá también como una guerra contra Rusia y China. Tanto Putin como Xi saben que la guerra de Trump se dirige a los cambios globales transformadores que impulsan la alianza Chino-Ruso.

Irán ha puesto a su ejército en estado de máxima alerta ante las amenazas de Trump. Además, ha notificado a Baréin, Irak, Kuwait, Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Turquía que cualquier apoyo a Estados Unidos en caso de ataque estadounidense será vista como un acto de hostilidad.

Irán dejó claro que no negociará bajo amenazas e insistió en que cualquier diálogo futuro debe realizarse en un marco de respeto mutuo y sin presiones. Además, aseguró que no se ha llevado a cabo ninguna ronda de conversaciones entre los dos países.

El martes el canal israelí Channel 14 anunció un ataque de gran envergadura contra Irán. La operación podría ser llevada a cabo solo por Israel, por Estados Unidos, o de manera conjunta. Estaría dirigida principalmente contra las instalaciones nucleares iraníes.