De los terroristas de Charlie Hebdo (exceptuando su ataque en el que iban con el rostro cubierto) no vimos una sola foto ni vivos ni muertos, tras ser abatidos.
El supuesto terrorista del tren, jura y perjura que no iba a cometer atentado alguno. Esa manifestación no tiene sentido en gente que aspira a ser mártir, a inmolarse por su causa.
Y la peor de todas: los medios nos dicen simplemente que subió (ni siquiera que se coló o infiltró) al tren de alta velocidad en Bruselas cargado con bolsas donde llevaba un fusil kalashnikov, una pistola, nueve cargadores y varias armas blancas.
No olvidemos que los trenes de alta velocidad llevan un control de paso previo de los pasajeros. Que un fusil y una pistola pasen sin ser vistos por el escáner, sinceramente, nos parece imposible. Sus imágenes son inconfundibles Y algo sabemos de eso.