Los bombardeos sobre Kasham forman parte de una intensa campaña de ataques aéreos sobre la provincia de Deir al Zor (a la que Khasham pertenece) y Raqqa (la capital ‘de facto’ del califato de Estado Islámico). En esta última ciudad, los bombardeos han dejado un total de 44 muertos, por lo que a falta de conocer las estimaciones en Tabiya Yazira y Al Bolil, otras dos ciudades de Deir Al Zor también afectadas por los bombardeos, la campaña ha dejado más de un centenar de fallecidos (entre ellos 31 mujeres y niños) en las últimas 48 horas.
Caben destacar tres cosas:
Primera. En esas localidades no hay población civil pues las abandonaron cuando fueron ocupadas por el Estado Islámico de Obama quien, además, saquea sus casas de enseres domestico de todo tipo, a saber: frigoríficos, lavadoras, televisores etc; etc; etc, que luego revenden en Turquía. Los pocos civiles que pueda haber son terroristas porque simpatizan con terroristas; por tanto el peligro que corran sus hijos les importa un carajo.
Segunda. Los datos han sido proporcionados por el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, “observatorio” formado por un señor que vive en una casucha en Londres e informa, desde un cafetería londinense, sobre lo que está pasando a miles de kilómetros de distancia. Debe tener una bola de cristal.
Y tercera. Rusia ha pedido en infinitas ocasiones a quienes la acusan, que aporten pruebas sobre las muertes de civiles provocadas por los bombardeos de sus aviones. Todavía las estamos esperando.