Su período lluvioso viene definido por la posición y actividad de la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT), situación que interactúa con otros fenómenos sinópticos que aparecen durante el mismo período como son: perturbaciones tropicales (ondas, depresiones, tormentas y huracanes), vaguadas, restos frontales del norte, entre otros.
Ahora bien, en la actualidad se encuentra la temporada de huracanes, que va entre el 1 de junio hasta el 30 de noviembre, ante su importancia se entrevistó al pronosticador del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (INAMEH), ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo y Aguas, Luis Izaguirre, quien explicó que “nacen de las tormentas tropicales con vientos alrededor del centro que sobrepasan los 118 kilómetros por hora (km/h) y dependiendo de su categoría podrían alcanzar vientos superiores a los 249 kilómetros por hora”.
El experto en la materia expresó que se reconocen por sus formaciones en espiral, por la presencia del ojo y por su rotación alrededor del vórtice central a la vez se trasladan hacia el nor-noroeste a una velocidad entre 20 a 25 km/h.
Puntualizó Izaguirre, que entre las características que posee el huracán es que “están asociadas a precipitaciones severas y a un incremento fuerte del oleaje en las costas”.
Al ser consultado sobre cuáles son las categorías, dijo que de acuerdo a la Escala Saffir-Simpson se ubican entre 1 y 5, la categoría 1 “es cuando el rango de velocidad de los vientos está entre 119 a 153 kilómetros por hora, la categoría 2 cuando la velocidad de los vientos está entre 154 a 177, la categoría 3 su velocidad está entre 178 a 209 kilómetros por hora, la categoría 4 se caracteriza porque está entre 210 a 249 y la 5 es mayor de 250 kilómetros por hora”.
En cuanto a los efectos que ocasionan, indicó el pronosticador que la categoría 1 puede originar un daño mínimo, como ramas de los árboles rotas, deterioro en remolques y casas móviles, algunas embarcaciones pequeñas son arrastradas fuera de sus atracaderos.
Mientras que la categoría 2, ocasiona algunos daños en techos, ventanas, puertas, en muelles y marinas, aunado a ello muchas embarcaciones pequeñas pueden ser arrastradas fuera de sus embarcaderos.
Asimismo, la categoría 3 origina daños mayores en algunas casas móviles, así como pequeños edificios cercanos a la costa, dejando al mismo tiempo inundaciones, entretanto la categoría 4 sus efectos son extremos y el 5 sus daños catastróficos.
Detalló Izaguirre, que los huracanes más controversiales a lo largo de su historia está el de mayor velocidad ocurrido en 1969, llamado Camille, con 305/325 nudos (Kts); el que ocasionó mayor daño económico fue Katrina en 2005, arrojando como pérdidas 108 mil millones de dólares y el más mortífero ha sido El Gran Huracán o San Calixto en 1780, donde fallecieron 22.000 personas.
Cabe destacar, que recientemente Matthew a su paso se convirtió en un poderoso huracán categoría 5 en la Escala Saffir-Simpson, y es considerado como el más fuerte que ha afectado el área del Caribe desde el huracán Félix en 2007.