A lo largo de estos años de conflicto, los médicos sirios han hecho un trabajo invisible para los observadores y medios de comunicación: salvar las vidas de sus compatriotas en unas condiciones para las que nadie los preparó. La guerra no les ha dejado otra opción que convertirse en auténticos expertos.
El personal médico en el país nunca tuvo que enfrentarse a lo que ha tenido que hacer desde que empezó la guerra. Por lo tanto, tuvieron que empezar de cero, ya que no habían visto lesiones como las que empezaron a tratar, confesó a Sputnik Mohammed Nadim al Shihabi, responsable del Hospital de la Facultad de Cirugía de Alepo.
“Era un trabajo inacabable, un flujo enorme de pacientes y falta de personal, medicamentos y equipo técnico, que obligaron a los cirujanos a convertirse en grandes profesionales”, afirma.
El propio hospital fue atacado más de 50 veces, pero el personal siguió trabajando en el centro a pesar de todo, continúa. Ahora, los médicos pueden distinguir a simple ojo una herida de bala de una herida de metralla, asegura el especialista. Además, es notable la entusiasta participación de los jóvenes estudiantes de medicina, que ayudan en laboratorios, intervenciones y exámenes de apoyo de diagnóstico.
“A veces realizábamos operaciones que duraban unas 10 horas con tan solo la luz de los celulares, usando anestésicos improvisados”, recuerda el médico.
El principal especialista del hospital agradeció también la ayuda médica prestada por Rusia a la ciudad de Alepo.
“El hospital de campaña, equipo técnico, medicamentos (…) Los profesionales rusos salvaron las vidas de muchos sirios y ayudaron a los médicos sirios a reanudar su trabajo normal”, comentó Al Shihabi.
El médico afirmó que la medicina siria todavía está lejos de recuperarse completamente. Muchos especialistas tuvieron que abandonar el país debido a la guerra, y el bloqueo al que se sometió a Siria impidió el acceso a numerosos fármacos básicos.
Sin embargo, espera que los problemas que ahora sacuden el país desaparezcan con el paso del tiempo y la valiosa experiencia acumulada por los médicos sirios pueda ser traslada a las futuras generaciones para utilizarla en una Siria libre de guerras.
