La OTAN dice que monitoreará los ejercicios navales de Rusia y China, pero expertos indican que tienen derecho a realizarlos donde sus intereses lo exijan.
Estos dos países comenzaron a finales de la semana pasada los ejercicios de dos etapas costera y activa en el mar conocidos como Cooperación Marítima-2017 que continuarán hasta el 28 de julio. Estas maniobras incluirán operaciones de defensa anti-buque, anti-submarino y antiaérea, búsqueda y rescate y antipiratería.
Antes de los ejercicios, el Comando Europeo de EE.UU. advirtió que seguirá “de cerca” los ejercicios rusos con otros participantes, como China y, por otro lado, el Secretario General de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, aseguró que la Alianza supervisará todas las actividades militares “alrededor del territorio de la OTAN y (…) cerca de nuestras aguas territoriales”.
Konstantin Sivkov, observador militar y director de la Academia de Problemas Geopolíticos, argumentó el sábado en una entrevista con la agencia rusa Sputnik que estos ejercicios son puramente defensivos y que no tienen un “carácter agresivo”, contrario a las acusaciones de las potencias occidentales.
Igor Korotchenko, editor en jefe de National Defence, una revista militar rusa, denunció a través de Sputnik la política de los líderes de Estados Unidos y la OTAN, que “no están acostumbrados a la idea de que alguien que no sean ellos mismos, pueda tener sus propios intereses nacionales en diversos territorios o zonas marítimas de todo el mundo“.
Subrayó que “Rusia y China realizarán ejercicios dondequiera que consideren que es necesario hacerlo, y no consultarán con nadie sobre ello” y también apuntó que China está actuando en plena conformidad con las normas del derecho internacional.
Otro experto del Centro de Relaciones Internacionales del Instituto Chino de Comunicaciones, Yang Mian, apunta que los ejercicios conjuntos “no están dirigidos contra ningún país tercero, sino que actúan como un disuasivo estratégico contra la agresión” y que, sobretodo, los simulacros actuales en el mar Báltico muestran al mundo que tales simulacros “podrían llevarse a cabo en cualquier lugar que afecte los intereses de seguridad de los dos países”.
La amenaza mortal para el mundo es el imperio asesino ingles del cual forma parte EEUU, Canada, Australia y todas sus excolonias sometidas a la pirateria, robo de territorios, capitalismo salvaje, al saqueo y la eliminacion de sus pueblos originarios para quedarse con las riquezas materiales.