Los palestinos continúan sus manifestaciones contra las medidas discriminatorias del régimen de Tel Aviv, que incluyen la colocación de detectores en la entrada de la Mezquita Al-Aqsa. Además, los militares israelíes han cercado a los indignados palestinos reunidos en el lugar sagrado.
La comunidad internacional llama a las partes a la moderación e insta al régimen de Tel Aviv a levantar las restricciones contra los musulmanes.
Las autoridades israelíes cerraron la semana pasada el acceso a la Mezquita Al-Aqsa, tras un enfrentamiento armado que dejó tres palestinos y dos soldados israelíes muertos y, aunque ha reabierto paulatinamente el paso, las medidas de seguridad son tan estrictas que ningún musulmán, menor de 50 años, puede acceder al sitio.
Los palestinos han expresado su rechazo a cualquier medida de la ocupación israelí, que cambie el estatus histórico y religioso de Al-Quds (Jerusalén) y sus lugares sagrados.