El secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, volvió a amenazar a Corea del Norte con una acción militar después de una reunión con una veintena de países con los que acordó endurecer la presión contra Pyongyang para que desista de su plan de desarrollo nuclear.
Hablando el martes con periodistas desde Vancouver (Canadá), el máximo diplomático estadounidense consideró viable una opción militar contra Corea del Norte si ésta no opta por negociar la desnuclearización.
Dijo que Pyongyang debe mostrarse como un “socio de negociación creíble”, y que las conversaciones entre las dos partes requerirían un “cese sostenido” del comportamiento amenazante de Corea del Norte, sin que hiciera referencia alguna a la retórica belicista lanzada por la Casa Blanca contra el país asiático.
Tillerson reconoció avances significativos alcanzados por Corea del Norte en sus armas nucleares a través de la prueba termonuclear y el progreso en sus sistemas de misiles intercontinentales (ICBM).
“Tenemos que reconocer que la amenaza está creciendo y que si Corea del Norte no elige la vía de participación, discusión, negociación, ellos mismos activarán una opción”, advirtió.
En la cita del martes, celebrada bajo la presidencia de Canadá y EE.UU., participaron 20 gobiernos aliados de Washington, donde acordaron considerar la imposición a Pyongyang de sanciones unilaterales que van más allá de las establecidas en resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU).
Los aliados prometieron además, apoyar el diálogo entre las dos Coreas “con la esperanza de que conduzca a una relajación sostenida de las tensiones”, según un comunicado emitido al final de la reunión.
Seúl y Pyongyang han iniciado diálogos desde los primeros días del año nuevo para normalizar las relaciones bilaterales y atajar las tensiones en la península de Corea. No obstante, Corea del Norte ha denunciado en múltiples ocasiones que EE.UU., con sus continuas presiones contra Pyongyang busca obstruir las conversaciones.
Aunque en varias ocasiones la Casa Blanca ha propuesto dialogar con Pyongyang, nunca ha sacado de la mesa sus amenazas militares contra esta nación. Corea del Norte dice que no puede confiar en Washington y tampoco puede abandonar su programa nuclear “defensivo” mientras no lo haga la contraparte.
