Un migrante guatemalteco, de 16 años que había llegado solo a Estados Unidos, enfermó y posteriormente falleció cuando estaba bajo custodia gubernamental en Texas, sur de Estados Unidos. El menor cruzó la frontera el 19 de abril, y fue llevado a un albergue en la ciudad texana de Brownsville, un día después, según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala.
Activistas, organizaciones pro inmigrantes en toda la nación y abogados como Luisa Beristaín (abogada de inmigración) piden se investigue a fondo.
Funcionarios del Gobierno de Donald Trump dicen que el aumento en el número de migrantes ha exigido al Congreso los recursos más allá del límite, pero los defensores de los derechos de los inmigrantes y algunos demócratas dicen que parte de la crisis se debe a la dura retórica de Trump y las fallidas políticas fronterizas que solo han causado daño y tragedia.
Informes de la Casa Blanca pidió al Congreso que brindara 4500 millones de dólares en financiamiento de emergencia para la frontera suroeste, incluidos más de 2,800 millones de dólares para alojar a menores no acompañados en refugios del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés).
La indignación en varios estados del país donde hay mayor concentración de inmigrantes y donde trabajan las organizaciones nacionales como “Carecen” piden que haya solución a esta crisis humanitaria, más atención de salud y reunificación de familias.
Rosie Orbach, Los Ángeles.