“La primera transacción del Instex (acrónimo en inglés de Instrumento de Apoyo a los Intercambios Comerciales) se realizará en las próximas semanas”, ha dicho este lunes la jefa de la Diplomacia de la UE, Federica Mogherini, a periodistas en Bruselas, capital belga, tras una reunión con los ministros de Asuntos Exteriores del Reino Unido (Jeremy Hunt), de Francia (Jean-Yves Le Drian) y de Alemania (Heiko Maas) sobre el acuerdo nuclear.
En la cita, según Mogherini, se han abordado las vías para acelerar el ritmo y activar el Instex lo antes posible, y las partes también han expresado su compromiso para posibilitar la activación del Instex y reiterado su deseo de que el Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés) se cumpla a cabalidad.
Del mismo modo, ha recordado que los Veintiocho, en especial los países europeos firmantes del pacto nuclear, apuestan por el diálogo y la diplomacia y ha pedido a todas las partes no tomar medidas que podrían hacer escalar las tensiones.
“La Unión Europea siempre está a favor del diálogo y la diplomacia, por lo que apoyamos la celebración de negociaciones. Siempre dialogar es mejor que no dialogar, especialmente cuando hay tensiones”, ha afirmado Mogherini.
La política italiana también ha subrayado que la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) ha confirmado el cumplimiento de Irán en el marco del acuerdo nuclear y la falta de indicios de que Teherán ha violado el pacto.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció el 8 de mayo de 2018 la retirada de su país del acuerdo nuclear y reactivó todas las sanciones a Irán, medida unilateral criticada por la comunidad internacional, salvo algunos aliados de Estados Unidos, como el régimen israelí.
Justo en el primer aniversario de la salida de EE.UU. del acuerdo nuclear, el presidente iraní, Hasan Rohani, anunció que el país dejará de cumplir algunos de sus compromisos con el pacto en respuesta a la inacción de sus socios europeos ante las sanciones unilaterales de Washington. Asimismo, estableció un plazo de 60 días a sus socios europeos para que cumplan responsabilidades adquiridas con Teherán en virtud del acuerdo nuclear.
Aunque Europa rechazó el “ultimátum” de Irán, prometió “trabajar para salvaguardar el pacto”. Los signatarios no europeos del acuerdo, es decir, Rusia y China, consideran que la decisión de Teherán es culpa de Washington.