Un equipo de investigación del Reino Unido analizó los insectos voladores hallados en hospitales y comprobó que la mayoría era portadora de bacterias potencialmente peligrosas, como Salmonella, Escherichia coli o causantes de enfermedades cutáneas. Más de la mitad, además, fue resistente a los antibióticos, publicó Journal of Medical Entomology.
«Los resultados de este análisis microbiológico a gran escala muestran que una variedad de insectos voladores recolectados en hospitales del Reino Unido albergan bacterias patógenas de diferentes especies», explicó Federica Boiocchi, autora de la investigación.
Además, los especialistas detallaron que un 53 % de las cepas bacterianas mostró resistencia a al menos una clase de antibiótico; mientras que el 19 % no fue afectado por varias clases de drogas. Entre ellas, la penicilina fue la menos efectiva.
En ese sentido, Boiocchi afirmó que esa resistencia demuestra que el «uso excesivo de antibióticos en entornos de atención médica hace que las infecciones sean más difíciles de tratar».
Las bacterias
De las 86 cepas halladas en los insectos, las más comunes fueron la Escherichia coli y la Salmonella, con 41 %. En tanto, 24 % pertenecían a familias que incluían el Bacillus cereus de la intoxicación alimentaria, y 19 % causaban infecciones en la piel, abscesos e infecciones respiratorias.
Para realizar el estudio, los investigadores atraparon casi 20.000 insectos durante un año y medio, utilizando trampas ultravioletas para moscas y trampas pegajosas, entre otros elementos, con los que hallaron moscas (más del 75 %), además de hormigas, abejas, avispas y polillas.