El 13 de julio, desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán) fue lanzado el cohete portador Proton-M con el observatorio astrofísico espacial Spektr-RG.
Este proyecto, cuyo desarrollo empezó a finales de los años 1980, se considera como uno de los más importantes para Rusia en la era posoviética. La misión pretende cartografiar todo el cielo en el rango de rayos X con una precisión sin precedentes.
El observatorio Spektr-RG es un proyecto conjunto entre la Agencia espacial rusa (Roscosmos) y el Centro Aeroespacial Alemán (DLR). Su predecesor, el Observatorio Espacial Astrofísico del Spektr-R (proyecto RadioAstron), se lanzó en 2011 y se estrelló en enero de 2019.
El lanzamiento del sábado fue precedido por semanas de retrasos. El primer intento de lanzar la misión el 21 de junio se pospuso debido a la descarga de una batería. El segundo intento de lanzamiento (el 12 de julio) se suspendió debido a un problema potencial con el acelerador.
Un observatorio, dos telescopios
El Spektr-RG navegará a una órbita estable en el espacio llamado punto de Lagrange (específicamente, L2), donde las fuerzas gravitacionales de dos objetos grandes, en este caso el Sol y la Tierra, se equilibran entre sí. Esta ubicación permitirá al Spektr-RG realizar sus observaciones mientras usa una cantidad mínima de combustible.
Estructuralmente hablando, el observatorio es una plataforma de servicio Navigator multipropósito (de fabricación rusa) con dos telescopios de espejo de rayos X: el eRosita, creado por el Instituto Max Planck de Física Extraterrestre (Alemania), y el ART-XC, desarrollado por el Instituto de Investigación Espacial de la Academia de Ciencias y fabricado por el Instituto de Investigación de Física Experimental de Rusia.
El ART-XC examinará las energías más altas de los rayos X, hasta 30 keV (kiloelectronvoltios), mientras que el eRosita está optimizado para un rango de energía de 0.5 a 10 keV.
Los estudios astrofísicos se planifican para 6,5 años: durante 4 años el aparato escaneará el cielo estrellado, y durante 2,5 años observará objetos puntuales en el universo.
Resultados esperados
Se espera que el Spektr-RG detecte unos 100.000 cúmulos masivos de galaxias, aproximadamente 3 millones de agujeros negros supermasivos en los núcleos galácticos, cientos de miles de estrellas con la corona activa y enanas blancas, así como decenas de miles de galaxias que forman estrellas y muchos otros objetos, incluidos los de naturaleza desconocida.
Asimismo, los científicos aspiran realizar un estudio detallado de las propiedades del plasma interestelar e intergaláctico caliente, según Roscosmos.
“Efectivamente, se realiza un censo completo de nuestro universo en términos de las formaciones más masivas. Se trata de cúmulos de galaxias que se han formado a lo largo de la historia”, explicó Mijaíl Pavlinski, director adjunto del Instituto de Investigación Espacial de la Academia de Ciencias de Rusia.
La segunda parte es, según el científico, el análisis de todas las galaxias con actividad nuclear, que incluyen millones de agujeros negros grandes o supermasivos, que también se manifiestan en el rango de rayos X.
Los científicos esperan que los datos descubiertos sean una revelación: nunca antes se había producido un mapa de rayos X de todo el cielo con una resolución tan precisa.
Mientras tanto, uno de los mayores desafíos será la enorme cantidad de información, que se mide en terabytes, que el dispositivo enviará cada jornada. “Todos los días abriremos varios cientos de fuentes de información, que no se encuentran en ningún catálogo del mundo. Este es el mayor problema para nosotros: qué hacer con esta información”, apuntó Pavlinski.
Materia oscura
Además, uno de los objetivos clave del Spektr-RG será investigar los misteriosos componentes cósmicos denominados ‘materia oscura’ y ‘energía oscura’. Este dúo constituye el 96 % de la densidad de energía del universo, pero casi nada se sabe sobre ellas. La primera parece atraer la materia normal, visible gravitacionalmente, mientras que la segunda aparentemente separa el cosmos a una velocidad cada vez mayor.
Los datos del Spektr-RG provendrán del mapeo de la distribución de gas caliente que emite rayos X. Esto iluminará los grandes cúmulos de galaxias que se cruzan en todo el universo. Y al hacerlo, identificará dónde se pueden encontrar las mayores concentraciones de materia oscura.
“Mirar hacia atrás en la historia del universo”
El observatorio estudiará 3 millones de agujeros negros supermasivos en diferentes etapas de la evolución de nuestro universo. De esta manera, los astrofísicos intentarán rastrear la historia del crecimiento masivo de estos, lo que es uno de los mayores misterios de la ciencia.
“Cuando haces un estudio de todo el cielo, ves varios millones de objetos del mismo tipo que se encuentran en diferentes etapas de evolución. De hecho, al observar muchos objetos que son aproximadamente similares, puedes observar cómo vivieron en diferentes momentos. Es decir, puedes mirar hacia atrás en la historia del universo desde el momento en que se formaron”, señaló Aleksandr Lutovínov, director adjunto del Instituto de Investigación Espacial.