El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en una entrevista con el diario ruso Kommersant ha sugerido que ha llegado el momento de plantear la cuestión de trasladar la sede de las Naciones Unidas a la ciudad rusa de Sochi, después de que EE.UU. denegara los visados a decenas de diplomáticos, intérpretes y varios funcionarios —como el jefe de la agencia espacial rusa Roscosmos, Dmitri Rogozin— que formaban parte de la delegación rusa para asistir a la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
Con respecto a esta situación, el ministro ha indicado que la gran mayoría de estas personas anteriormente había ingresado repetidamente al territorio estadounidense para participar en varios eventos de la ONU u otros actos.