Tribuna Popular.- Este 11 de octubre se cumple un año desde que el ministro del Trabajo, Eduardo Piñate, emitió el Memorando-Circular denominado «Lineamientos para ser implementados en las negociaciones colectivas de trabajo en el marco del Programa de Recuperación, Crecimiento y Prosperidad Económica», el cual fue oportunamente denunciado por el Partido Comunista de Venezuela (PCV) y, junto al Frente Nacional de Lucha de la Clase Trabajadora (FNLCT), firmemente combatido a lo largo de estos meses.
En el documento «El PCV desmonta y denuncia la política salarial regresiva», del 29 de octubre, la organización comunista rebatió uno a uno los pretendidos argumentos en los Lineamientos del ministro y puso en evidencia que el objetivo esencial de la política laboral y salarial del Gobierno es administrar la crisis en favor del capital.
A partir de la aplicación de dichos Lineamientos, se implementaron aplanamientos y reducciones de las escalas salariales y otros beneficios establecidos en las convenciones colectivas del sector público y el privado, con la premisa de que los beneficios conquistados por la lucha de los trabajadores pueden rebajarse o eliminarse si estos «resultaren onerosos y de difícil cumplimiento» o «pongan en riesgo la fuente y el proceso social de trabajo».
De ahí que el Partido del Gallo Rojo ha señalado categóricamente que esa política salarial es regresiva y contraria a la LOTTT y a la Constitución que en su artículo 89 consagra el principio de progresividad e intangibilidad de los derechos laborales, por lo que llamó «a la clase obrera a unir sus fuerzas con las del pueblo trabajador de la ciudad y el campo, para la defensa de sus conquistas y por una salida revolucionaria a la crisis».
En el marco de una ofensiva unitaria del movimiento obrero y sindical clasista, que se inscribe en una estrategia de acumulación de fuerzas de la clase obrera y el pueblo trabajador para batirse por el poder, el PCV y el FNLCT inmediatamente iniciaron diversas acciones en defensa de las conquistas contractuales y demás derechos del pueblo trabajador.
El 8 de noviembre se realizó un Encuentro Nacional del Sindicalismo Clasista, el cual asumió un plan de ofensiva clasista y unitaria que empezó el 15 de noviembre mediante masivas concentraciones conjuntamente con fuerzas campesinas y del movimiento popular comunitario en la Asamblea Nacional Constituyente y la Vicepresidencia Ejecutiva de la República, y luego, el 29 de noviembre a la sede del Min-Trabajo.
Con firmeza se mantiene la exigencia de una rectificación en las políticas laborales del Gobierno, que se adopte una política salarial progresista y se rescaten las empresas del Estado en vez de destruirlas y entregarlas al capital privado.