Francisco Vílchez.— Una de las víctimas políticas de la crisis sanitaria, todo indica que va a ser la socialdemocracia estatalista. Su comportamiento desde la declaración del estado de alarma no se puede describir sino como un entreguismo total a los planteamientos del gobierno: alineamiento con el rabioso chovinismo españolista del gobierno de Sánchez, justificación irracional de todas sus decisiones (incluso las más neoliberales), culpabilización y señalamiento de todas aquellas críticas a su gestión desde posiciones anticapitalistas… Y ahora aplausos para el ejército español.
La idea era propuesta ayer a través de la cuenta de Twitter del PCE en la que haciendo ejercicio de mixtificación de Protección Civil con la Unidad Militar del Ejército, se le atribuía la virtud de garantizar “seguridad y bienestar” del pueblo.
De esta forma el PCE -ya antes de que llegara el Covid-19 muy lejos del (euro)comunismo- da por bueno el invento de Rodríguez Zapatero de la UME como forma de lavar la oscura imagen del Ejército español motivada por su oscura historia en los últimos 150 años. Y además aplaude la militarización social y la disciplina cuartelera que, con la excusa de la crisis sanitaria, se está imponiendo al Pueblo Trabajador Andaluz y a todos los pueblos trabajadores del Estado.
