China insta a EE.UU. a eliminar las dudas que causan en la comunidad internacional sus laboratorios biológicos tras el brote del nuevo coronavirus.
“Esperamos que EE.UU. muestre una actitud responsable y elimine las preocupaciones de la comunidad internacional, enfoque como prioridad la vida y la salud de la gente y adopte medidas concretas para eliminar las dudas”, ha declarado este miércoles el portavoz de la Cancillería china, Geng Shuang.
El funcionario chino ha instado, en concreto, al Gobierno estadounidense que explique sobre los laboratorios biológicos que Washington ha instalado en el extranjero, en particular en la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
Washington, ha agregado Geng, no ha ofrecido ninguna información sobre esos laboratorios biológicos y el nivel del peligro biológico que presentan para la población local, lo que ha provocado alta preocupación a nivel internacional, especialmente por países vecinos como Rusia.
Hace una semana, la portavoz de la Cancillería rusa, Maria Zajárova, dijo que Moscú está al tanto de la propuesta de EE.UU. a Georgia para ampliar las investigaciones con fines militares en el laboratorio del lugar, situado cerca de Tiflis, la capital georgiana.
“No se puede descartar que en ese tipo de laboratorios en terceros países los estadounidenses realicen la labor para crear y modificar varios patógenos de enfermedades peligrosas, incluso para objetivos militares”, aseveró Zajárova.
Las preocupaciones sobre los biolaboratorios de EE.UU. en el extranjero han aumentado tras el brote del nuevo coronavirus, causante de la pandemia COVID-19, que ha infectado hasta el momento a más de 3 millones de personas, de las que más de 217 000 han perdido la vida.
Diferentes expertos y analistas internacionales han planteado la idea de que el coronavirus sea un arma biológica, y que fue creada en un laboratorio. Philip Giraldi, exfuncionario de la Agencia Central de Inteligencia del país norteamericano (CIA, por sus siglas en inglés), opina que el virus es resultado de una colaboración entre EE.UU. e Israel para crear un arma de guerra biológica para dañar a China e Irán.
El Gobierno de Pekín ha acusado además al Ejército de Estados Unidos por haber llevado el temido virus a la ciudad china de Wuhan, donde se originó la pandemia.
