Se trata de la evidencia más antigua del hombre moderno en Europa que se conoce hasta el momento. En el sitio, también hallaron herramientas de piedra y hueso, así como restos de animales cazados y adornos personales como cuentas y colgantes.
Los estudios, liderados por investigadores del instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Alemania, fueron publicados el lunes.
El director del instituto, Jean-Jacques Hublin, manifestó que la “cueva Bacho Kiro proporciona evidencia de la primera dispersión del Homo sapiens en las latitudes medias de Eurasia. Los grupos pioneros trajeron nuevos comportamientos a Europa e interactuaron con los neandertales locales”.
Hublin detalló que en total encontraron 5 fósiles humanos que estaban demasiado fragmentados para ser reconocidos a “simple vista”. A excepción de un diente, todas las partes fueron identificadas a través del análisis de secuencias de proteínas que permitieron conocer que el hallazgo se trataba de huesos humanos.
Según el estudio, los descubrimientos de esta época generalmente se atribuyen a los neandertales. Sin embargo, las pruebas genéticas, incluyendo la “excepcional conservación del ADN en el molar”, relacionan las muestras con las características de los hombres modernos.