“¡Capital! ¡Régimen! ¡Inframundo!», son algunos eslóganes que corearon el martes los manifestantes y que se han convertido en el grito de guerra de las protestas contra el primer ministro Netanyahu, quien enfrenta varios casos judiciales por corrupción.
El descontento público por el manejo del brote del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, y la crisis económica resultante de esta pandemia, han atraído a miles, incluidos muchos jóvenes israelíes, a protestar dos veces por semana para exigir la renuncia de Netanyahu, mientras está en juicio por corrupción.
El fiscal general del régimen de sionista acusó en enero pasado formalmente a Netanyahu de corrupción y presentó ante un tribunal una solicitud para el procesamiento del premier por delitos de soborno, fraude y abuso de confianza en los tres casos que le salpican, conocidos como 4000, 2000 y 1000. Además, la crisis económica y el desempleo derivados de la pandemia, han llevado a los israelíes a manifestaciones casi diarias.