“Invitamos a Estados Unidos a volver a la política de neutralidad que tradicionalmente sigue en la isla de Chipre y contribuir a los esfuerzos encaminados a la solución del problema de Chipre”, ha enfatizado este lunes la Cancillería turca en un comunicado.
El Ministerio turco de Asuntos Exteriores reaccionaba a la decisión de Washington y Nicosia de firmar, durante la visita del secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, a Chipre, un memorando de entendimiento para crear un centro de entrenamiento en la isla.
“El memorando de entendimiento no contribuirá a la paz y la estabilidad en el Mediterráneo oriental y dañará la solución del problema de Chipre”, se lee en el texto.
Durante su visita, Pompeo dijo el sábado que Washington está “profundamente preocupado” por las acciones de Ankara en el Mediterráneo oriental, donde hay un conflicto entre Turquía, Grecia y Chipre por áreas marítimas ricas en gas natural.
Ante tal coyuntura, la nota de la Cancillería turca denuncia que las recientes medidas del Gobierno estadounidense, presidido por Donald Trump, han aumentado las tensiones en el Mediterráneo oriental.
En fechas recientes, Turquía, por un lado, y Grecia y Chipre, por otro, se disputan los derechos marítimos y recursos energéticos en el Mediterráneo oriental. La tensión creció el 10 de agosto, cuando Ankara envió su buque de inspección ‘Oruc Reis’, escoltado por buques de guerra, a realizar una exploración sísmica en un área sobre la que el país euroasiático y Atenas reclaman soberanía y jurisdicción.
Turquía importa actualmente casi todas sus necesidades energéticas y cualquier descubrimiento en dicha zona ayudaría a reducir su dependencia del exterior.
A todo esto se suman las provocaciones de Washington, que, a principios de este mes de septiembre, autorizó la exportación de armas a Chipre. De hecho, el Congreso de EE.UU. aprobó hace casi un año el levantamiento del embargo de armas impuesto en 1987 a la Administración grecochipriota.
