Los medios de comunicación en tanto que transmisores y asalariados del capital que les financia, tienen poco margen de error en cuanto a cuestiones de fondo o de Estado (capitalista), se refiere.
No es novedoso ni ingenioso lo que afirmamos. Tampoco es el último descubrimiento científico afirmar que es el instrumento del capital que más solapadamente penetra en la conciencia de la clase obrera.
Si no hay información alternativa con principios revolucionarios, prácticamente no hay información veraz, y si hay algún, tipo de información, ésta es sesgada dependiendo de la importancia que para el capital tenga y a quien se dirija, independientemente del grado intelectual del receptor/mercancía/transmisor.
El esquema de Txikito, es el típico ejemplo de manual antirrevolucionario adaptado a la Europa del 2020. Es decir, nos aburrirán (o asustarán) con las diversas amenazas que Txikito ha hecho a jueces del Tribunal Especial Central pro capitalista del Estado español), con lo mucho que Txikito ha matado (o ejecutado, depende desde donde se mire), con lo rematadamente mala persona que es… Ahí el capital ataca y se defiende como puede o sabe (sin ética ni estética) y lo primero que ordena a sus instrumentos (medios de comunicación incluidos) es y la lucha/aportación a muerte en esa amaligna creada por ello.
En los instrumentos del capital español y francés no existe código deontológico que vaya a las fuentes del conflicto y pida, al mundo si es preciso, por qué Txikito sufrirá cada minuto que le quede de su vida, si no es una cuestión personal.
Gora Txikito, sin perdón
Amnistia Osoa
Independencia y Socialismo
Movimiento Pro Amnistía y Contra la Represión