El pasado domingo 6 de diciembre se efectuaron las elecciones parlamentarias en Venezuela resultando electo el nuevo Parlamento que entrará en funciones a partir del mes de enero del año 2021, de acuerdo a lo establecido en la Constitución Nacional.
El PCV participó del proceso electoral como parte de una alianza de fuerzas obreras, campesinas y populares independientes denominada: la Alternativa Popular Revolucionaria (APR). Esta decisión fue adoptada por el XVII y XVIII Pleno del Comité Central del PCV, luego de evaluar la inviabilidad política de participar en una alianza electoral con el PSUV en virtud de las inconsecuencias del Gobierno en el cumplimiento del “Acuerdo Marco Unitario PSUV-PCV para enfrentar la crisis del capitalismo dependiente y rentístico con acciones políticas y socioeconómicas antiimperialistas, patrióticas y populares” firmado en el marco de las elecciones presidenciales del 2018, y dada la firme determinación del Gobierno se seguir avanzando en la implementación de una política económica de contenido anti-popular y anti- obrera como respuesta a la crisis y las sanciones imperialistas.
La materialización de este deslinde electoral ubicó a la APR y al PCV como la única propuesta revolucionaria frente a la evidente política de conciliación entre el partido de gobierno y los partidos de la derecha reunidos en la mesa del diálogo nacional. Por tanto la APR-PCV emerge como el agrupamiento de fuerzas revolucionarias que opone al ajuste económico anti-popular de la mesa de diálogo, la lucha por una salida revolucionaria a la crisis capitalista.
Dada esta realidad, el desarrollo de todo el proceso electoral fue bastante difícil y complejo para el PCV y la APR. Empezando porque las condiciones para las elecciones parlamentarias fueron acordadas entre el Gobierno y los Partidos de oposición en la mesa de acuerdo y diálogo, espacio donde el PCV fue excluido. Esto generó que el Partido de Gobierno y los partidos de derecha se beneficiaran de condiciones concertadas relacionadas con las inscripciones de candidaturas, acceso a publicidad, cobertura comunicacional y espacios en medios de comunicación.
Estas garantías electorales establecidas entre el Partido de Gobierno y la derecha generaron un grosero ventajismo frente a la propuesta electoral del PCV, violentando incluso la propia ley electoral y expresándose en las siguientes irregularidades:
- El Partido de gobierno y las planchas opositoras de la mesa del diálogo gozaron de flexibilidad en las postulaciones con respecto al cumplimiento del principio de paridad y alterna- bilidad de género de las candidaturas presentadas. Mientras que la APR y PCV fue obligado a cumplirlas para que sus candidaturas pudieran ser aceptadas por el sistema, el PSUV y la derecha pudieron saltarse el cumplimiento estricto de la norma.
- El Partido de gobierno hizo uso de los medios de comunicación público y eventos gubernamentales para atacar la propuesta electoral de la APR y el PCV, sin que se hicieran los llamados de atención correspondientes desde el ente electoral y mucho menos la posibilidad para que el PCV pudiera acceder a los medios de comunicación para ejercer su legítimo derecho a la réplica.
- Durante la campaña electoral se aplicó una política de censura comunicacional en los medios públicos a las candidaturas de la APR-PCV, mientras se difundían abiertamente las propuestas de todas las demás fórmulas electorales, las del Gobierno y las de los partidos de derecha. Esto en flagrante violación de la ley electoral que obliga a los medios de comunicación a cubrir de forma equilibrada a todas las ofertas electorales.
- Mientras se difundía la publicidad de todas las propuestas electorales en medios públicos y privados, el PCV fue vetado en los medios públicos y enfrentó todo tipo de trabas en medios privados para poder colocar su publicidad electoral. Esto también representó una abierta violación de nuestros derechos contenidos en la sección de campañas electorales de la ley electoral.
- Por si fuera poco, el PCV y la APR fue excluido de los programas de opinión electoral y debates dispuestos por los medios televisivos públicos y privados, y la mayoría de las emisoras radiales.
- El empleo de bienes y recursos públicos para el desarrollo de la campaña electoral, como parte de las prácticas ventajistas del Partido de gobierno.
- Durante el desarrollo del proceso electoral el 6 de Diciembre nos enfrentamos en varios estados del país al problema de que algunas autoridades institucionales impidieron el ingreso de nuestros testigos electorales a los centros de votación.
- Otro hecho irregular acaecido durante el día de la elección fue la decisión de no cerrar los centros de votación a la hora establecida en el reglamento y mantener abiertos los centros por 3 horas adicionales aun cuando estos se encontraban vacíos.
Estas fueron las complejas condiciones, obstáculos y arbitrariedades a las que tuvo que hacer frente nuestro Partido y las organizaciones agrupadas en la Alternativa Popular Revolucionaria durante todo el proceso electoral y el día de la elección. A las limitaciones financieras de nuestra propuesta, por ser expresión de los intereses de la clase obrera, el campesinado y los sectores populares, nos enfrentamos adicionalmente a la censura comunicacional y al descomunal ventajismo aplicado por el Partido de Gobierno y la derecha.
El veto comunicacional tenía el claro objetivo de invisibilizar por completo a la Alternativa Popular Revolucionaria y al Partido Comunista de Venezuela, con el fin de polarizar el voto de la población en la falsa dicotomía PSUV vs Partidos de oposición. Pretendieron borrar por completo al PCV como una opción electoral para la población con el objeto de que todas las listas de los partidos de la derecha obtuvieran votaciones más altas e impedir así que ingresara al parlamento nacional la única fuerza auténticamente revolucionaria.
Sin embargo y pese a los obstáculos, el PCV obtuvo una importante votación que representó el 2,73% del total de votos emitido, y suficientes para elegir un (1) diputado bajo el método
implementado por el CNE para adjudicar los cargos. Con su votación, el PCV se ubicó en la 6ta posición de los 25 Partidos participantes en los comicios, tal como se refleja en la imagen.
El proceso electoral se caracterizó por una alta abstención que rondó el 70%. Esto influyó en que el PSUV y los Partidos de la derecha vieran afectada su votación tanto absoluta, como relativa (porcentual) en comparación con la elección parlamentaria del 2015 donde la abstención fue de 30%.
Por su parte, el PCV experimentó un crecimiento significativo de su votación absoluta y porcentual comparada con las elecciones parlamentarias del 2015 pese a la alta abstención. Pasamos de 113.000 votos (0,8%) en el 2015 a 170.000 votos (2,73%) en las elecciones parlamentarias 2020.
Los 277 escaños del parlamento quedaron distribuido de la siguiente forma:
- PSUV y Partidos del Gran Polo Patriótico: 69,34% de los votos para 253 escaños (91%)
2. Partidos de derecha:
Acción Democrática: 6,34% de los votos para 11 escaños (3,97%) COPEI: 2,82% de los votos para 1 escaño (0,36%)
Avanzada Progresista: 4,43% de los votos para 3 escaños (1,08%) El cambio: 4,56% de los votos para 3 escaños (1,08%)
Primero Venezuela: 4,18% de los votos para 2 escaños (0,72%)
PCV: 2,73% de los votos para 1 escaño (0,36%)
3. La Alternativa Popular Revolucionaria:
Para un total de 274 cargos asignados, que sumado a los 3 diputados de las comunidades indígenas dan los 277 parlamentarios electos.
El número de diputados obtenidos por el PCV con su votación se vio perjudicado por el método de adjudicación desproporcional empleado por el CNE y que otorgó al Partido con más alta votación la posibilidad de quedarse con una porción de escaño superior a su votación obtenida. De esta forma, el PSUV y los partidos del polo patriótico, les fue adjudicado el 91% de los cargos elegibles con apenas el 69% de los votos obtenidos. Tal mecanismo se aplicó en contravía del principio de representación proporcional y pluralismo político establecido en los artículos 2,4,5,6,62,63 y 70 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
El PCV impulsará ante el Tribunal Supremo de Justicia y el CNE las acciones legales correspondientes a fin de que se revise el método empleado para la asignación de los escaños, debido a que dicha metodología no respeta la correspondencia entre el voto emitido y el número de curules asignados a cada lista; proporción que de haber sido respetada, habría otorgado al PCV una representación de siete (7) a (9) parlamentarios.
Aún con toda la censura aplicada contra el PCV y el ventajismo desmedido, logramos el objetivo de romper el cerco y garantizar la presencia de una fuerza independiente y clasista en el nuevo parlamento.
Al margen de los relevantes resultados electorales que hemos obtenido, nuestra más importante victoria política fue la consolidación de un referente para el reagrupamiento de las fuerzas de izquierdas y revolucionarias que resisten la ofensiva capitalista y el desmontaje de las conquistas sociales. La Alternativa Popular Revolucionaria se fortalece como un auténtico espacio articulador de las luchas obreras, campesinas, comuneras y populares contra el ajuste capitalista, la flexibilización laboral, las privatizaciones y la agresión imperialista.
BURÓ POLÍTICO DEL COMITÉ CENTRAL PARTIDO COMUNISTA DE VENEZUELA