“Leyendo las posiciones asumidas por algunos Gobiernos y organizaciones internacionales sobre la situación en Venezuela, llama poderosamente la atención la subordinación que anuncian ante la posición que asuma el nuevo Gobierno de EE.UU. Una suerte de colonialismo genético”, ha manifestado este viernes Jorge Arreaza en un tuit.
La reacción del titular venezolano llega tras las declaraciones realizadas el jueves por el jefe de la Diplomacia de la Unión Europea (UE), Joseph Borrell, quien señaló que no ve señales de que se pueda abrir pronto una negociación en Venezuela entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición, mientras enfatizó que “están esperando tener más claridad sobre la postura de la nueva Administración estadounidense al respecto”.
El nuevo Gobierno norteamericano, presidido Joe Biden, no ha mostrado ningún cambio de postura hacia Venezuela en la era pos-Trump. De hecho, el martes, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, declaró que el objetivo primordial de EE.UU. hacia Venezuela es apoyar una transición pacífica y democrática a través de elecciones “libres y justas”.
Incluso el candidato de Biden a secretario de Estado, Antony Blinken, indicó el 19 de enero que Washington continuará reconociendo al líder de la oposición, Juan Guaidó, como el “presidente interino” de Venezuela, aun cuando el Parlamento del país sudamericano cuenta con una mayoría oficialista, tras las elecciones legislativas del 6 de diciembre.
A pesar de tales posturas de Estados Unidos, el 8 de enero, el mandatario venezolano expresó sus mejores deseos para la nueva Administración norteamericana, en reacción a la victoria del demócrata Biden en las elecciones.
Maduro ha manifestado en reiteradas ocasiones su disposición para sentar las bases para el diálogo y el entendimiento entre Caracas y Washington.
