Hasta principios de la década de 1980 era inconcebible para la abrumadora mayoría de la gente en la República Popular Democrática de Corea, que las mujeres pudiesen ni siquiera jugar al fútbol.
A pesar de los prejuicios, entrenadoras y ansiosas aspirantes al fútbol se entregaron para implementar la política del Partido de los Trabajadores de Corea y el Gobierno de la RPDC para desarrollar el fútbol femenino. Gracias a sus esfuerzos, se formaron equipos de fútbol femenino en varios equipos deportivos en un corto período de tiempo, seguido por la organización de la primera selección nacional fútbol femenino en noviembre del Juche 76 (1987).
Entre las jugadoras que debutaron en la selección nacional fueron Rim Sun Bong y Ri Hong Sil, que tenían constituciones adecuadas para jugar al fútbol, con físico robusto, gran capacidad de anticipación en el juego, y alta velocidad natural, y Kim Kum Sil, que se fue de casa para convertirse en jugadora de fútbol, a pesar de una fuerte oposición de sus padres.
Aunque siguieron diferentes cursos para el campo de fútbol, fueron unánimes en su conciencia de que fueron las primeras mujeres jugadores de fútbol que traerían honor a la patria socialista. Con este alto sentido de responsabilidad, hicieron esfuerzos patrióticos y meticulosos para encender una nueva ruta para el fútbol femenino en el país y desarrollarlo a nivel mundial.
La selección nacional de fútbol femenino de Corea ganó el primer puesto en el partido de fútbol europeo celebrado en Checoslovaquia en agosto Juche 78 (1989). También venció al equipo de excelentes jugadoras elegido de los cuatro equipos participantes, cuatro a cero, sorprendiendo a los espectadores.
En Juche 79 (1990), solo tres años después de su organización, la selección de fútbol femenino coreano logró un éxito asombroso al emerger como una de las tres selecciones fuertes en Asia, en los undécimos Juegos Asiáticos, y ganó el segundo lugar en el quinto torneo internacional de fútbol femenino celebrado en Varna, en Juche 81 (1992). Sin dormirse en los laureles, la selección de fútbol femenino hizo grandes esfuerzos, hasta que terminó en segundo lugar en el noveno campeonato asiático de fútbol femenino en Juche 82 (1993), y entró en el tercer Mundial femenino de Juche 88 (1999).
Las futbolistas femeninas de la primera selección nacional lograron así brillantes éxitos en apenas más de una década después de su debut, agregando gloria al país.
Durante esos tiempos, la selección produjo muchas jugadoras estrellas. Kim Sun Hui jugó como defensora para el equipo femenino de jugadoras estrella del mundo y fue nominada como una de los jugadoras cinco estrellas en el mundo. Kim Kum Sil anotó 92 goles en más de 80 partidos internacionales y, por lo tanto, se hizo popular con el sobrenombre de «caballo oscuro en Asia», y Ri Hong Sil, delantera jugadora, era conocida como una «daga» por su espectacular poder de ataque.
En alta apreciación de los servicios meritorios de las futbolistas que dedicaron su preciosa niñez para el desarrollo del país del fútbol femenino, y para honrar a la patria socialista, el Estado otorgó a muchas de ellas el título de Atleta de Mérito.
En la actualidad, las jugadoras de fútbol de la primera selección nacional se dedican al desarrollo de los deportes del país, actuando como profesoras, entrenadoras y oficiales del sector deportivo, para formar a futuras futbolistas. Ri Hong Sil y Kim Sun Hui son árbitras internacionales, miembras de departamento del comité ejecutivo de la Confederación Asiática de Fútbol.
Las hazañas meritorias de la primera selección de fútbol femenino, las de las jugadoras, están grabadas para siempre en el fútbol nacional, historia junto con el desarrollo del fútbol femenino en la República Popular Democrática de Corea.
Artículo: Kim Thae Hyon
Foto: Choe Won Chol
Korea, revista pictorial
