El representante permanente de Cuba ante la ONU, Pedro Luis Pedroso, reafirmó ayer el compromiso inequívoco de su país con la libre determinación y la independencia del pueblo de Puerto Rico.
Al intervenir en el Comité Especial de Descolonización de la ONU, el embajador destacó la inquebrantable amistad y relación de profundas raíces históricas entre ambas naciones, unidas en una lucha común de más de un siglo.
La solución definitiva del destino de Puerto Rico no es una cuestión interna de Estados Unidos, incumbe a este Comité y a toda la comunidad internacional, recalcó el diplomático.
Asimismo, expresó, ya es hora de que se respete el derecho puertorriqueño a la libre autodeterminación y a su independencia.
Pedroso alertó cómo la situación económica y social de ese territorio caribeño se agravó extraordinariamente desde el último debate en el Comité Especial de Descolonización hasta la fecha.
Esa nación enfrenta una economía en depresión y una deuda pública que es imposible pagar sin sacrificar a niveles dramáticos la calidad de los servicios básicos de educación, salud y seguridad a la población, detalló.
La grave situación económica de Puerto Rico se recrudeció tras el paso de los huracanes Irma y María, en septiembre y octubre de 2017, y de los terremotos registrados en la zona sur-oeste de la isla. A todo esto se añaden, además, los efectos de la pandemia de Covid-19, indicó.
En la actualidad, continuó el embajador cubano, la deuda de Puerto Rico asciende a 167 mil 846 millones de dólares, la cual resulta impagable.
Frente a esta situación, apuntó, Cuba reafirma el derecho inalienable del pueblo puertorriqueño a la libre determinación y la independencia, de conformidad con la resolución 1514 (XV) de Asamblea General y la aplicabilidad de los principios fundamentales de dicha resolución.
Este viernes, el Comité Especial de Descolonización de la ONU aprobó una resolución que demanda independencia para Puerto Rico y reafirma el derecho inalienable de ese pueblo a la libre determinación.
Presentado por Cuba y adoptado por consenso, el documento reitera que ese país insular constituye una nación latinoamericana y caribeña, con su propia e inconfundible identidad nacional, a pesar del largo proceso colonizador al que es sometido.
También reconoce que, en el contexto del significativo recrudecimiento de la crisis económica y fiscal en Puerto Rico, el estatus actual impide a ese pueblo la toma de decisiones soberanas para atender sus necesidades, definir su futuro y abordar sus graves problemas económicos y sociales.
