El vicepresidente cubano, Salvador Valdés Mesa, resaltó ayer los históricos lazos que unen a los Gobiernos y pueblos de Cuba y Rusia, al recibir el cuarto vuelo procedente de Moscú con ayuda humanitaria.
‘Esta amistosa y solidaria ayuda será una contribución importante para enfrentar la pandemia, las escaseces que hoy sufre nuestro pueblo, dominarla, controlarla, y poder avanzar hacia adelante’, resaltó Valdés Mesa.
La carga humanitaria de 40,4 toneladas que llegó a La Habana a bordo de un AN-124, incluye 2,2 toneladas de harina de trigo, y 38,2 toneladas de medicamentos y equipos médicos, entre ellos, concentradores de oxígeno, ventiladores pulmonares y jeringuillas.
Este es el cuarto vuelo que realizan los aviones rusos conocidos como Ruslam, con ayuda humanitaria donada por las autoridades de ese país y el Ministerio para la Defensa Civil, Emergencias y Mitigación de Desastres de Rusia.
Por la parte rusa, estuvo presente la Encargada de Negocios de Rusia en Cuba (a.i), Anna Kosenkova, quien reafirmó la voluntad de Moscú de ayudar a la isla caribeña en momentos difíciles.
‘Hoy seguimos trabajando juntos para el desarrollo y fortalecimiento de nuestras relaciones como socios estratégicos en todos los ámbitos’, expresó la diplomática rusa.
En los cuatro vuelos procedentes de Rusia con ayuda humanitaria destinada a Cuba han llegado a la isla 170.7 toneladas de alimentos, insumos médicos, equipos y medicamentos, que se emplearán en el enfrentamiento a la pandemia del Covid-19.
A su vez, Cuba enfrenta una crisis económica que se ha agravado a consecuencia del recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero que Estados Unidos impone hace más de seis décadas.
Además de Rusia, otros países han enviado ayuda humanitaria a Cuba, entre ellos, Bolivia, México y Nicaragua.