Por Marat
Si algo sobra en medio de la marcha triunfal de la locura asesina talibán es la estupidez de los “expertos” de urgencia en diarios, televisiones, radios y el lugar natural de los cuñados todólogos, twitter.
Que si Biden ha dejado tiradas a las mujeres afganas, cuando ha reconocido que a su país solo le interesaba que la cosa no se saliera de madre y no hacer una democracia, como si fuera posible por decreto del invasor, que si ahora la UE está ante la encrucijada de demostrar que le interesan los derechos humanos o entenderse con la bestia parda del islamismo. Otro día, cuando las ranas críen pelo, hablamos de su versión moderada. Igual es que no se han enterado de que aún andan los hijos de Alá en el medievo. Ah, que si Averroes, que si la escuela de traductores de Toledo, que el diálogo de civilizaciones del perjudicado Zapatero pero todo eso me recuerda a algunos poetas occidentales que viajaron a oriente en busca de niños chaperos pobres. Vale, sigan un sector de los progres diciendo que no se debe imponer una visión unilateral de la civilización desde occidente al resto del mundo, sigan aceptando algunas feministas el pañuelo como señal de sumisión, que igual es de libertad frente a la idea de sexualización de la mujer, como dicen algunas feministas orientales, y compran algunas de aquí.
Más allá de que el invasor se equivocase en su misión civilizatoria, a sangre, fuego y coimas de corrupción comprada a precio barato desde el Presidente del país, hasta los colaboradores con la invasión, pasando por los sinvergüenzas de los dirigentes mundiales de las grandes ONGs, lo que sucede en ese conglomerado que no es siquiera un país sino un sindiós de tribus a las que le quedan muchos siglos para civilizarse, mucho más allá de que hubiese corrupción tanto desde el Estado afgano como desde sus supuestos benefactores, lo cierto es que Afganistán es uno de los mayores estercoleros de la indecencia humana respecto a la que el resto del mundo hubiera debido tirar de la cadena desde hace siglos sino es porque las potencias occidentales estaban tan podridas como la sociedad afgana desde entonces en la búsqueda los primeros del gran negocio del opio y la mierda con la que se colocan los yonkis occidentales.
¿A quien leches le interesa la situación de la mujer afgana, cuando en España, salvo a las víctimas, no le interesa a nadie más que para hacer rédito político? ¿De verdad son ustedes tan gilipollas como para pensar que el mundo capitalista occidental se iba a preocupar demasiado por cuántas mujeres iban a asesinar esos hijos de puta del talibán, que ya están matando de nuevo a las heroínas que les están haciendo frente?
Lo que pasa en ese agujero infecto llamado Afganistán es que, además de ser unos salvajes criadores de cabras y opio, sí de la amapola con la que se coloca la basura blanca occidental a través de la aguja por la que pasa el caballo, son un pueblo dirigido por señores de guerra mafiosos organizados por una omertá llamada la Loya Jirga, que unas veces se hacen la guerra, otras pactan cómo se la hacen y la mayor parte del tiempo se lo pasan en repartirse el botín del negocio, el opio.
Franceses, británicos, portugueses y otras casas de putas del capitalismo desarrollado vienen metiéndose en dos guerras del opio desde hace siglos y es que la líndisima amapola ha dado para varios subproductos, empezando por la morfina de los yonkis heridos de la I G.M. y pasando por los enfermos de la heroína, eso sin contar toda la mierda con la que la farmacopea mundial está enfermando a sus sociedades.
Sin el opio, primer medio de aprovisionamiento económico de los talibán, no son talibanes, el plural es talibán, señores analfabetos del perrodismo, ni Afganistán existiría como elemento que nuclea un país inexistente, ni los talibán hubieran tenido un armamento tan sofisticado que les hubiera permitido ganar dos veces ese simulacro de guerra pactada entre los jefes tribales de la Loya Jirga.
No es posible el tráfico de centenares de miles de millones de dólares derivados del opio sin que en ese negociete intervenga la banca mundial, en un momento de dificultades de acumulación capitalista mundial ¿Que hay lucha mundial de los Estados contra el blanqueo de capitales, la droga, el armamento y la madre que lo parió? Es usted tonto u oposita para el cargo. Lo de que haya que pasar por banco cualquier transacción superior a 1.000 € eso es para comemierdas como usted y yo. El capitalismo mundial necesita un excedente de crecimiento y ese no viene siempre por la producción ni pasa por ventanilla, ni siquiera por un director de sucursal.
El viejo chocho Biden, referente hasta la semana pasada de un Errejón mudo ahora, del progresismo mundial, lo mismo que de un Sánchez que ha actuado bien en relación con los refugiados afganos pagados por los invasores pero no ha dicho esta boca es mía durante días, ha dicho que no fueron a Afganistán a hacer democracia sino a combatir al enemigo. Ahora las potencias de la UE dan la cara por él y dicen que hay que reconocer el poder de los monstruos. Vale.
Los soviéticos se equivocaron, como lo hizo Gengis Kan. Invadieron Afganistán en previsión de lo que se les venía encima antes de la descomposición, que ya preveían, de la URSS, con sus futuras repúblicas islámicas. Crearon un gobierno moderno, progresista en ideas y el más avanzado para la mujer afgana pero olvidaron que la modernidad no se sostiene sobre los tanques del invasor y que intentaban un cambio forzado de mentalidad en un país de podrido de ignorancia deseada y voluntaria. Los americanos abrieron con su apoyo antisoviético a la reacción de los cabreros y cultivadores de droga lo que luego habría de venir.
Luego los tanquistas soviéticos regresan a su país colocados de droga y derrota y unos años después, Mohammad Najibulá, el último presidente progresivo del país sería castrado y asesinado a tiros por una chusma indecente de asesinos ignorantes.
La inmundiciá infrahumana talibán se alimenta del peor Mahoma, se alimenta del odio, como el cristianismo más indecente se ha alimentado del Antiguo Testamento, razón por la que a los de la Torá les sobró un sacerdote llamado Jesús, que hablaba del amor, de su predilección por las putas, los pobres y los lisiados. El cristianismo de hoy aún está entré el Jesús del amor y el Jahvé sádico.
Las élites burguesas de un Afganistán no estructurado en clases sino en tribus hubieran podido ser la esperanza para ese espejismo de país pero su peso siempre fue ínfimo en relación a la población y a su influencia social real, a la vez que estaban contaminadas del peor pecado contra la puta sharia de la peor porquería musulmana, el occidentalismo de la amenaza opresora. Tanto a la mafia medieval como al pueblo esa culpa era muy conveniente para cerrar fronteras al pensamiento.
Cualquier religión es un despojo que se alimenta del miedo y las miserias del ser humano pero algunas, como el fundamentalismo religioso, son solo la expresión del odio, la mafia de la acumulación de dinero y poder, el machismo más salvaje y la fundamentación de la ignorancia más estúpida.
Ni un cruzado más a oriente pero sí a combatir en nuestros países al fascismo, sean predicadores musulmanes o integristas cristianos
Y, sí, en eso estoy con Macron, sin darle carta blanca en absoluto para que cualquier árabe o musulmán moderado sufra en sus derechos humanos y ciudadanos, algo muy distinto a lo que pretende la gentuza criminal de VOX, que es que cualquier víctima árabe o musulmán del yihadismo más asesino no reciba nuestro apoyo, acogida, abrazo e integración.
https://marat-asaltarloscielos.blogspot.com/2021/08/imbeciles-afganistologos.html