Redacción TP. En las elecciones de este 26 de septiembre en Alemania, los estrechos resultados darán lugar a previsibles negociaciones entre los 4 partidos de centro que ya conformaron gobiernos federales entre 1990 y 2021, el socialdemócrata (SPD), Unión Demócrata Cristiana (CDU), el Liberal (FDP) y los Verdes.
En ese contexto, el Partido Comunista Alemán (DKP) obtuvo un ligero aumento con respecto a los comicios de 2017, pero que no fue suficiente para alcanzar una representación en el parlamento. Fue sorpresivo el revés de La Izquierda (Die Linke) que perdió la mitad de sus votantes y la ultraderecha pro-nazi de Alternativa para Alemania (AFD) retrocedió 2 puntos.
El presidente del DKP,Patrik Köbele, dio un autocrítico balance y consideró que cualquier alianza entre estos 4 partidos(SPD,CDU,FDP y los verdes) es probable “pues todos representan un concepto de gobierno federal de creciente agresión interna y externa a los intereses populares”. “Todos se han pronunciado a favor de aspiraciones belicistas de la Organización de Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la militarización de la Unión Europea y mantener la hostilidad contra China y Rusia en la política exterior alemana”- destacó el dirigente comunista- mientras en lo interno “representan fuertes amenazas para los derechos democráticos y sociales de las mayorías”.
Para el movimiento obrero y pacifista, el rumbo continuará siendo el camino de la resistencia. Köbele lamentó el retroceso de Die Linke, pero resaltó que es la consecuencia de un programa que está muy cercano al de la socialdemocracia tradicional. La abstención sigue siendo una cuarta parte del electorado y hoy la apatía de los votantes alemanes “es el partido más fuerte”.
Aunque no está satisfecho con los números obtenidos, el DKP señala que esta campaña electoral rindió buenos frutos, consiguiendo sumar personas a la causa de la paz, la defensa del medio ambiente y los derechos democráticos y sociales. Dentro del capitalismo no hay esperanza para la Humanidad ni la vida en el planeta.
Escasos meses antes de las elecciones, se produjo un intento de prohibir la participación del Partido Comunista Alemán (DKP), que fue revertido por carecer de sustentos jurídicos y políticos y contó con el rechazo de cientos de organizaciones políticas en el ámbito internacional.
