“En esta misión de investigación espacial, por primera vez, se lanzaron simultáneamente tres cargas útiles de investigación a una altitud de 470 kilómetros y a una velocidad de 7350 metros por segundo”, ha destacado este jueves el portavoz de la Organización Aeroespacial del Ministerio de Defensa de Irán, Ahmad Hoseini.
Durante dicho lanzamiento, agrega, los componentes de la base espacial funcionaron a la perfección y que las etapas del lanzamiento del portador de satélites se llevaron a cabo de acuerdo con los planes. “Finalmente, se cumplieron los objetivos de investigación previstos de este lanzamiento”, ha resaltado.
Ha destacado que el país persa cuenta con una capacidad propia para la colocación en órbita de satélites pequeños con los portadores de satélites ‘Safir’ y ‘Qased’, de fabricación nacional, y ha trabajado desde hace años en el desarrollo de portadores de satélites como Simorq con capacidad de llevar satélites más grandes.
El vocero de la Organización Aeroespacial ha subrayado que ese lanzamiento siguió a varios logros en el programa espacial civil de la República Islámica.
En julio de 2017, la República Islámica de Irán lanzó con éxito el cohete portador del satélite Simorq y así también inauguró su primera base espacial, bautizada como el Centro Espacial Nacional Imam Jomeini (la paz sea con él).
Irán es una de las 11 naciones del mundo capaz de diseñar, construir y lanzar satélites al espacio y es, además, el único país activo en el campo de la fabricación de lanzadores de satélites en la región de Asia Occidental.
El programa espacial de Irán ha sido siempre objeto de críticas de Estados Unidos, país que acusa, sin pruebas, a la República Islámica de buscar desarrollar, utilizando la tecnología de sus lanzadores de satélites, en fortalecer un programa de misiles “no convencionales”.
Teherán, a su vez, rechaza todas estas acusaciones sin fundamento y asegura no querer dotarse del arma atómica.