Luego de reunirse con la subsecretaria de Estado de EE.UU., Wendy Sherman, en Ginebra (Suiza) para discutir sobre la seguridad en Europa y, especialmente, la crisis ucraniana, el vicecanciller ruso, Serguéi Riabkov, ha reiterado la falta de fundamento de las acusaciones de Occidente contra Moscú sobre la preparación de un “ataque a Ucrania”.
“Les explicamos a nuestros colegas que no tenemos planes, ni intenciones de ‘atacar’ Ucrania y no puede ser, y todas las medidas para el entrenamiento de combate de tropas y fuerzas se llevan a cabo dentro de nuestro territorio. No hay razón para temer cualquier escenario de escalada en este sentido”, ha enfatizado Riabkov a los periodistas.
Mientras tanto, ha explicado que “sin avances en el tema de la no expansión de la OTAN [Organización del Tratado del Atlántico Norte] y el no despliegue de misiles cerca de Rusia, se cuestionará el trabajo con Estados Unidos en otros aspectos de las garantías de seguridad”.
En este contexto, Riabkov ha alertado que “hay una subestimación de la gravedad de lo que está pasando del lado estadounidense” sobre el asunto de la no expansión de la OTAN hacia el Este y ha advertido a Washington de que “no desestime” las posibilidades de un conflicto al respecto.
El diplomático ruso ha instado a Estados Unidos a prepararse para dar un paso sobre las garantías de seguridad y señalado también que Rusia necesita garantías de que Ucrania y Georgia nunca se convertirán en miembros de la OTAN.
Por su parte, la subsecretaria de Estado de Estados Unidos ha indicado que habló con Rusia sobre las medidas recíprocas para reducir la escalada de misiles y ejercicios, pero ha renovado las acusaciones y las advertencias contra Moscú de que si invade a Ucrania “habrá costos y consecuencias significativos”.
El 12 de enero, se llevará a cabo en Bruselas el Consejo OTAN-Rusia y al día siguiente se producirá en Viena otra reunión, auspiciada por la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE). Se espera que en esas conversaciones se aborden las garantías de seguridad que Moscú le ha pedido por escrito a EE.UU. y la Alianza Atlántica.
Antes de dicha cumbre y de cara a aliviar las tensiones, las delegaciones de Rusia y de EE.UU. han iniciado un diálogo preliminar sobre la seguridad en Europa, especialmente, la crisis ucraniana.