Hay una ciudad en Gran Bretaña que se llama York. Hay una ciudad en EEUU que se llama Nueva York. También hay una carne medio de cerdo que se llama jamón de York porque fue en la ciudad británica donde se comenzó a hacer hace más de un siglo y medio. Si tenemos en cuenta que Gran Bretaña y EEUU se están comportando en la cosa de Ucrania como cerdos, ya tenemos toda la etimología completa.
También hay un duque de York inglés que es un pedófilo y abusador de menores y un nuevo duque de York, estadounidense, que dice tonterías, una tras otra cuando habla, y que lo mismo no come jamón en cuaresma porque es católico. Y, como está gagá, ni siquiera se le ocurre tirar el cerdo al río y luego pescarlo y así no pecaría porque sería equivalente a pescado.
Aunque ya tenemos filtrada la respuesta de la OTAN y de EEUU a Rusia, esa que ellos mismos dijeron que habían pedido a Rusia que se mantuviese en secreto -por lo que ya está claro quién lo ha filtrado- y que no acepta nada de lo que proponía Rusia, hay que esperar a lo que diga y haga Rusia. Cualquier otra cosa es tontería. Así que viene bien empezar con una tontería para sacar alguna sonrisa antes de entrar un poco en harina (expresión castellana para decir que se entra en el asunto).
Si os tomáis la molestia de recordar lo que pasó cuando la invasión neocolonial de Irak en 2003, vemos la misma pauta de comportamiento de los medios de propaganda, pero no solo: también políticos, del régimen o pretendidamente «progres», sumándose al carro de la estulticia y de la manipulación. Es lo suyo, a fin de cuentas. Ahora no hay armas de destrucción masiva, ahora lo que hay es una invasión. «Inminente», además y según EEUU. Y, en consecuencia, hay que hacerla frente con armas, barcos, soldados y sanciones. Sobre todo sanciones, porque ya me diréis el susto que llevan encima los rusos cuando oyen que EEUU despliega 3.000, 8.000 o tropecientos mil soldaditos, aunque sean expertos en matar niños como demostraron en Afganistán o en Irak. O Siria. O…
Prácticamente no hay medio de propaganda, los de siempre del régimen y los nuevos del régimen (antes llamados alternativos) en donde no haya tres o cuatro artículos sesudos con estas tonterías cada día. Solo con trabajar un poquito, lo que se dice un poquito, podrían dejar de hacer el ridículo. Pero claro, eso no vende (en publicidad y apoyos del régimen). Una de las cosas que estos días han repetido como loros -y ya se sabe que los loros repiten algunas palabras, pero no saben lo que dicen- es que no hubo ninguna promesa de EEUU a la difunta URSS sobre la expansión de la OTAN al Este, como dice Rusia. Hurgando por ahí, he podido encontrar el registro de la conversación entre Gorbachov y Baker en 1990 sobre ello. Hasta ahora se daba como bueno, pero resulta que ya no porque no conviene. Pues así todo lo que leáis, veáis u oigáis.
Es lo del «orden basado en reglas» que quiere imponer EEUU y que, de repente, desaparece en el documento filtrado cuando se dice que «Estados Unidos no se desviará de sus valores, obligaciones bajo el derecho internacional o normas internacionalmente aceptadas». Mira tú, ahora aparece algo que vienen rechazando desde hace veinte años, sobre todo los últimos cinco, aunque mete de matute lo de «normas internacionalmente aceptadas». Pero si eso es así, lo del derecho inernacional, digo, no tienen lugar las sanciones, que son ilegales si no las impone el Consejo de Seguridad de la ONU (art. 39 y 41 del Capítulo VII de la Carta de la ONU).
Si embargo, eso se lo vienen pasando por el forro tanto EEUU como sus vasallos. Para más recochineo, el caso de EEUU es conocido pero no el de sus vasallos. La UE, por aquello de los «valores democráticos», dice que las impone de tres tipos: las que impone la ONU, las complementarias a la ONU y que, también, son decididas por el CSONU, y las «autónomas». Estas las impone porque sí, «para la defensa de sus intereses estratégicos y la protección de sus objetivos fundamentales en el exterior» (art. 21 del Tratado de la UE). ¿Valores? y una mierda.
Es aquí donde nos encontramos ahora y donde todo hace agua. EEUU sigue insistiendo, y los bocazas repitiendo, las sanciones del infierno, catastróficamente dolorosas, madres de todas las sanciones, que si Rusia no va a poder vender deuda (desconociendo u ocultando que Rusia la vende desde 2014, cuando empezó todo, en el mercado interno y no externo) y así. Cada vez que alguien de estos abre la boca, gruñe como un cerdo diciendo tonterías. Son como los duques de York.
A ver, a finales de diciembre la UE se lamía las heridas por las contra-sanciones que recibe de Rusia por las sanciones que impone a Rusia presentando una denuncia en la OMC por valor de 256.000 millones de euros porque, dice, es lo que ha dejado de ingresar desde 2014 por las contra-sanciones. Y eso que en EEUU ya se llevaba un mes hablando de la «invasión» y que Rusia había enviado sus documentos con sus demandas y propuestas. Ahora imaginaos lo que va a perder Europa si la cosa va a más, y quién perderá más, si los vasallos o Rusia. ¿Sabéis a cuánto está el barril de petróleo? Casi a 100 dólares. ¿Y el metro cúbico de gas? Buscadlo por ahí y luego mirad si las pomposas sanciones van a hacer mella o no a Rusia cuando con dos países muy cercanos, grandes compradores de petróleo y gas, ya comercia en su propia moneda. Y, además, tiene su propio sistema de pagos y el chino.
Como buenos duques de York, EEUU y Gran Bretaña están estirando la cuerda por la misma razón: el uno ve cómo se deshace su imperio y el otro sueña con el viejo imperio. Nueva York y York. El uno habla de enviar soldaditos, el otro habla de golpe prorruso en Ucrania y dice que está dispuesto a una alianza militar con Ucrania y Polonia. Los dos, y algún otro como Polonia, envían armas y más armas a Ucrania, que tendrá que pagar. Los dos sacan a su gente de sus embajadas para sembrar bien el pánico. Pero nadie los ha seguido. Por el contrario, algunos se han movido por su cuenta: Macron, Orban, Draghi, Stolz… ¿Destino? Moscú. Dejando aparte a Croacia, que fue la primera en desmarcarse de todo.
Todos saben que Ucrania es un inmenso montón de mierda, que está en bancarrota, que no tiene gas y en la UE el recibo que estamos pagando todos es porque una parte importante del gas de reserva europeo va a Ucrania porque este país no tiene reservas desde hace dos meses, dilapidadas, y porque no tiene dinero para pagar más. Es lo que se llama «flujo inverso» y que no es otra cosa que el gas ruso que llega a Europa por otros gasoductos (no por Ucrania) y que luego la UE revierte a otros países. Y no es solo Ucrania, sino también Polonia quien recibe el gas ruso por esta vía y así dicen tan ufanos, los polacos, que ellos no reciben gas ruso. Buen negocio para la UE, sin duda. Por eso EEUU está tan preocupado intentando el suministro alternativo al ruso, que no le es fácil en absoluto (y, en cualquier caso, no para mañana ni pasado mañana).
Rusia tiene las cartas en su mano, pero está pensando la jugada porque lo que estoy leyendo por ahí es que el tiempo (y la paciencia) para la negociación se ha terminado. A esperar, aunque los locos nazis ucranianos (y los occidentales) siempre hacen locuras y ayer el secretario del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional de Ucrania anunció que este país no cumplirá con los acuerdos de Minsk de 2015 y que son los que están en el origen de todo porque los nazis siempre se negaron a aplicarlos.
Por cierto, mañana Putin y Xi se ven personalmente. Seguro que Rusia adelanta algo a China de lo que hará.
Así que termino como empecé, con alguna sonrisa. Esta es una tipica canción infantil inglesa donde parece que se hace mucho, pero no se hace nada. Dedicada a los duques de York.
¡Ah!, y otra cosa sobre las sanciones: Bielorrusia acaba de contraatacar a las sanciones que se le imponen cerrando el tránsito de mercancías hacia Lituania. ¿Qué significa eso? Pues que el mayor exportador del mundo de potasa, que es Bielorrusia, dejará de hacerlo o lo reduce significativamente y que el precio de los fertilizantes en Europa va a aumentar.
Bielorrusia ha dado el paso cuando se ha visto que tenía razón desde siempre: las sanciones occidentales comenzaron no tanto cuando la historia de Juanita Calamidad y el supuesto fraude electoral, sino cuando el pretendido aterrizaje forzoso de un avión para sacar a un chiquito de Juanita. La Organización Internacional de la Aviación Civil ha publicado un informe dando la razón a Bielorrusia al afirmar que nunca se obligó al avión a aterrizar y que fue el propio piloto quien lo hizo ante una amenaza de bomba que no se sabe de dónde llegó porque, curiosamente, el servidor de correo ha desaparecido. Se dice en él que el operador de la torre de control que supuestamente habló con el avión huyó a Polonia, donde no se le puede encontrar. ¿Habéis visto algo en Occidente después de toda la parafernalia que se montó sobre el tema y que dio origen a la mayoría de sanciones, que todavía siguen pese a que se sustentan en algo falso?
En Lituania, fiel vasallo de EEUU, ya se calculan las pérdidas en cerca de 1.000 millones de euros como no se renueve pronto el tránsito ferroviario, con la consiguiente pérdida de empleos. Habrá que ver si los afectados se levantan o siguen callados como ovejas, «dispuestos a morir hasta el último lituano por EEUU», el faro de la democracia.
El Lince