La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) presentó en su última cumbre, celebrada en España, su estrategia para la próxima década, en la que definió a Rusia como “la amenaza más significativa y directa para la seguridad de los aliados”, y a China como un “desafío” a la estabilidad mundial.
En declaraciones hechas el miércoles durante una rueda de prensa, el portavoz de la Cancillería china, Zhao Lijian, rechazó dicho enfoque del bloque militar y remarcó que “la OTAN debe renunciar a su fe ciega en el poderío militar y dejar de perturbar Asia-Pacífico”.
“Con el fin de engañar a la opinión pública, “trabaja estrechamente con la OTAN para elevar la competencia con China y alentar la confrontación de grupos”, señaló el vocero chino.
EE.UU. daña el orden internacional
Zhao cuestionó el llamado “orden internacional basado en reglas” de Washington, pues “es en realidad un conjunto de reglas creadas por un puñado de países para servir a los intereses egoístas de EE.UU. en la búsqueda de la hegemonía”, agregó.
Al cargar contra la política EE.UU. en el mundo, el funcionario chino aseguró que Washington “coloca constantemente su derecho nacional por encima del derecho internacional y observa las normas internacionales solo cuando le conviene. Este es el mayor daño que se le está haciendo al orden internacional”, indicó.
Pekín, en reiteradas ocasiones, ha denunciado que los países occidentales, en particular los de la OTAN, exageran de diversas formas lo que dan en llamar “la amenaza china”.
De hecho, ha enfatizado la necesidad de que la Alianza Atlántica deje su anacrónica doctrina de seguridad basada en provocar enfrentamientos y generar tensiones no solo en Europa, sino en Asia Pacífico.
Además, las autoridades chinas instan a la Alianza Atlántica a no utilizar la actual crisis de Ucrania para fomentar la confrontación entre bloques y a dejar de buscar enemigos imaginarios en Asia-Pacífico.