I.V. STALIN: Perseguirá sus sueños por siempre…

Los burgueses de todo el mundo todavía tiemblan ante su nombre. Para los fascistas y neonazis, su forma causa pesadillas insoportables.

Los polizones oportunistas del movimiento comunista han estado tratando durante muchas décadas de exorcizarlo con mentiras y calumnias.

Hoy, hace 144 años, el 18 de diciembre de 1878* Iosif Vissarionovich Jugashvili nació en Gori, Georgia, el hombre cuya figura principal influyó en el curso del siglo 20 como pocos.

Como jefe de la del PCUS (bolcheviques) de la URSS y el estado soviético, después de la muerte de Lenin, el nombre de Stalin estaba inextricablemente vinculado con las grandes conquistas de la construcción socialista en la Unión Soviética y el desarrollo del sistema socialista.

Pero si hay algo que lleva la firma indeleble del gran revolucionario bolchevique, es la colosal contribución de la URSS a la Gran Victoria Antifascista de los Pueblos y al aplastamiento del nazismo-fascismo durante la Segunda Guerra Mundial.

¿Cuál sería el destino de Europa y sus pueblos si no fuera por Stalingrado, las batallas de Moscú y Kursk, si no fuera por la valentía y el heroísmo de los hombres y mujeres del Ejército Rojo?

¿De qué clase de Europa estaríamos hablando hoy si no fuera por el hombre a quien el general Zhukov escribió que “planeó cada movimiento, tomó todas las decisiones, es el mayor genio militar que jamás haya existido”?

Stalin fue, sin lugar a dudas, la figura más calumniada en la historia del siglo 20. La campaña de difamación y devoración de él, que comenzó después de su muerte, se intensificó durante la Guerra Fría y literalmente despegó después de los levantamientos contrarrevolucionarios

de principios de los 90, continúa hasta nuestros días sin cesar. Durante décadas, toda una “industria” de falsificación de la historia ha estado operando incesantemente, dirigida a Stalin y el período de su liderazgo al frente de la URSS.

Toneladas de tinta e innumerables páginas se han utilizado para construir y promover ficciones anticomunistas e intentar demonizar a I.V.Stalin:

desde la llamada “hambruna ucraniana” (Holodomor) y los famosos “Juicios de Moscú” hasta el crimen nazi en Katyn y los supuestos millones de ejecutados en los infames “gulags”.

Entonces surge la pregunta: ¿Por qué Stalin continúa, décadas después de su muerte biológica, siendo el blanco de un ataque tan furioso, por parte de los estados mayores burgueses y las corrientes oportunistas?

Dado que, como afirman, Stalin fue un “dictador” de un “régimen opresivo”, ya que – como dicen – el socialismo del siglo 20 “fracasó” y la ideología comunista es ahora “obsoleta”, ¿por qué continúan atacando furiosamente la historia de la URSS y el “dictador Stalin”?

La respuesta es clara. Lo que les molesta es que no se deben sacar conclusiones de la construcción del socialismo en la URSS. Su propósito principal es enterrar, oscurecer, calumniar la lucha del pueblo soviético por una sociedad libre de la explotación del hombre por el hombre

Están perturbados por el hecho de que Stalin, presionando sobre los sólidos cimientos establecidos por Lenin, guio al Partido y a la URSS en las condiciones más difíciles de cerco imperialista y socavamiento interno.

Bajo su liderazgo, se produjeron logros extremadamente importantes, se sentaron las bases de un desarrollo sin precedentes que cambió radicalmente la imagen de la URSS, convirtiendo a un país atrasado, principalmente agrario, en una superpotencia industrial.

I.V. Stalin defendió el socialismo sin dar un solo paso atrás. Rechazó los intentos de restaurar el capitalismo dentro del país y al mismo tiempo preparó a la URSS para enfrentar con éxito los desafíos de la Segunda Guerra Mundial Imperialista.

En los esfuerzos socavadores tanto de los países capitalistas “democráticos” (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, etc.) como del eje capitalista fascista (Alemania nazi, Japón, Italia fascista, etc.), la URSS se levantó, luchó y ganó.

Bajo el liderazgo de Stalin, la bandera roja con la hoz y el martillo ondeó con orgullo en el Reichstag. Esto, los burgueses y sus pretorianos nunca perdonarán a Stalin, al pueblo soviético y a los comunistas, no importa cuántas décadas pasen.

Es por eso que continuarán calumniando brutalmente a I.V. Stalin, con el objetivo final de exorcizar y empañar en las conciencias de los pueblos la necesidad del socialismo. Pero no importa cuánto lo intenten, ciertamente no lo harán.

Después de todo, el propio Iosif Vissarionovich, prediciendo los eventos de alguna manera, señaló: “Después de mi muerte, arrojarán mucha basura sobre mi tumba, pero el viento de la historia la dispersará”.

Por Nikos Mottas

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