A la pregunta formulada el 22 de diciembre por la Agencia Central de Noticias de Corea con respecto a que un medio de prensa japonés divulgó una noticia falsa de que la República Popular Democrática de Corea transportó en tren los materiales militares a Rusia, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de la RPDC dio la siguiente respuesta:
El reporte falso de que nuestro país ofreció municiones a Rusia, divulgado por el medio de prensa japonés, es producto de la más absurda campaña mediática y no merece la evaluación o interpretación.
Tanto ayer como hoy, es invariable nuestra posición de principios en cuanto al tema del inexistente «negocio de armas» entre RPDC y Rusia.
La sociedad internacional deberá enfocarse en los actos criminales de EE.UU. que produce la carnicería y destrucción en Ucrania al introducirle en gran cantidad los armamentos de todo tipo, en vez de prestar su oído al «rumor de negocio de armas» sin fundamento que fabrican algunas fuerzas malsanas para satisfacer sus diferentes objetivos.
En esta ocasión, quisiera agregar unas palabras más: el pueblo ruso es el más firme que cuenta con la voluntad y capacidad de defender la seguridad e integridad territorial de su país sin el apoyo militar de nadie.
Corea defiende su derecho a la autodefensa
Por otro lado, el portavoz del MinRex hizo pública el 23 de diciembre la siguiente nota:
Ahora, EE.UU. intenta fabricar la «declaración presidencial» del Consejo de Seguridad de la ONU que calumnia el ejercicio de nuestro derecho a autodefensa.
Ya hemos advertido que tal intento estúpido de EE.UU. podrá traer una consecuencia muy negativa.
Sea cual fuera, la «declaración presidencial» u otra, el intento de adoptar con el nombre de la ONU el documento que cuestione nuestro derecho legal a autodefensa significa el desprecio a la soberanía de la RPDC y además la grave intervención en sus asuntos internos.
Arrebatar el derecho a autodefensa, lo más elemental de la soberanía estatal, significa no reconocer nuestra soberanía, lo que deviene un desafío más serio para el Estado soberano y una conducta muy peligrosa que nos vemos obligados a hacer contraataque sin falta con acciones.
Observamos seriamente la imprudencia de EE.UU. que sigue haciendo provocaciones irresponsables.
ACNC
