Según declaró en la presentación del programa de restauración el titular del gabinete, Berhanu Nega, “la primera fase comenzará por los estados de Afar y Amhara, y los centros estarán listos el próximo curso académico”.
Todo está dispuesto para completar la recuperación de 71 instituciones, la mayoría con grandes afectaciones, y estarán capacitadas para recibir a estudiantes a partir de octubre próximo, comentó el ministro en una conferencia de prensa.
Con un presupuesto asegurado por el Banco Mundial, se repararán 50, mientras que el costo de 16 será cubierto por Menschen für Menschen y las cinco restantes por el Fondo Fiduciario de la Diáspora, añadió.
De acuerdo con acusaciones del Ministerio y otras entidades estatales, durante los dos años del conflicto el TPLF (siglas en inglés) perpetró continuos ataques contra civiles y destrozó gran parte de la infraestructura escolar en la zona septentrional del país.
En Tigray, Afar y Amhara, las regiones más perjudicadas por la conflagración, fue afectado el acceso a la educación de millones de alumnos de todos los niveles, y tres mil 300 centros educativos, incluidas universidades, quedaron parcial o completamente destruidos.
Varias veces los últimos dos años, la autoridad educacional instó a promover la colaboración entre los estados e instituciones nacionales, además de la cooperación internacional, para la recuperación del sector, que requiere millones de dólares.