Fedaa al-Rhayiah.— Han pasado 12 años, y el pueblo sirio sigue sufriendo de la guerra y del injusto bloqueo impuesto por Estados Unidos y varios países occidentales.
Cada día Estados Unidos demuestra su irresponsabilidad y que no se preocupa por los derechos humanos como alega, así como demuestra que es uno de los países que viola las leyes internacionales y los derechos humanos.
Descaradamente, Estados Unidos priva al pueblo sirio de sus derechos más básicos, y le causa cortes de electricidad y escasez de alimentos y medicinas. al tiempo en que sus tropas ocupantes en la región siria de Al-Jazira siguen su saqueo de los recursos nacionales sirios, especialmente el petróleo, el gas y el trigo.
Recientemente, un terremoto de magnitud 7,7 sacudió varias provincias sirias, y causó la muerte de más de mil 300 personas mientras 294 mil quedaron sin techo en medio de intensas lluvias y muy bajas temperaturas.
No hay suficientes vehículos o equipos para retirar los escombros y os sirios hacen las labores de rescate con sus propias manos o con instrumentos sencillos, mientras faltan vehículos de bomberos y ambulancias, y todo eso porque Estados Unidos no permite que la ayuda llegue a Siria.
Las sanciones contra el pueblo sirio son un crimen de guerra y una forma de racismo, y sólo benefician a los terroristas.
Siria es un país en desarrollo y ha dado muchos aportes a la humanidad, pero estas sanciones que contradicen el derecho internacional y los principios de humanidad, han enlentecido la rueda del desarrollo y han obstaculizado la reconstrucción de lo destruido por el terrorismo.
Siria renacerá de nuevo y mientras más pronto levanten el bloqueo más cerca se logrará este sueño.
La criminalidad de los EE.UU. está más al descubierto que nunca. A los ojos de todo el mundo queda con toda claridad retratada su vesania y su maldad. Esto que hacen con Siria lo pagarán, que no quepa duda.