Rusia trabaja intensamente en la creación de sistemas de guerra antisatélite, entre ellos el complejo antiespacial Kontakt [basado en el caza interceptor MiG-31], el sistema láser de combate A60 Sokol-Eshelon [basado en el avión de transporte Il-76] y el sistema láser de combate Peresvet, según indica este viernes el portal de aviación Avia.pro.
Los proyectos basados en aeronaves diseñadas para destruir naves espaciales de órbita baja se enraízan en la compilación técnico-científica y tecnologías recientemente desarrolladas.
Estos sistemas de guerra se pueden utilizar para defenderse de las naves espaciales enemigas, así como para destruir objetivos en tierra. El uso de sistemas láser de combate, además, permite destrozar satélites enemigos de bajo vuelo y vehículos aéreos no tripulados.
Rusia lleva décadas de trabajo en sistemas de guerra antisatélite
El colosal proyecto “aniquilador de satélites espaciales” ha estado en marcha desde 1984 y se basa en el avión de transporte MiG-31D y el misil 79M6 Kontakt.
En 2009, el comandante en jefe de la Fuerza Aérea de Rusia anunció la creación de una base aérea de misiles satelitales, que fue “reactivada” para resolver las tareas de defensa de dicha índole.
Además, el avión portador de armas láser A-60 [basado en el avión de transporte Il-76MD] comenzó a crearse en los tiempos de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), y su primer vuelo tuvo lugar en 1981. Según fuentes abiertas, se suponía que el avión llevaría un sistema láser de combate de megavatios a bordo para destruir satélites de bajo vuelo. En 2016, el viceministro de Defensa ruso, Yuri Borisov, afirmó que el desarrollo del complejo A-60 estaba progresando.
En 2020, la compañía Taganrogski aviatsionny NTK im.Berieva emitió una patente para el desarrollo de un portaviones con sistemas de armas láser de combate, que incluye un modelo de computadora de avión basado en el transporte militar Il-76MD-90A.
A mediados de abril de 2022, el presidente ruso, Vladimir Putin, dejó claro que el país seguirá desarrollando su programa espacial, pese a las sanciones de Occidente, recordando los hitos que la antigua URSS consiguió, como el lanzamiento del satélite artificial de la Tierra, el envío del primer hombre al espacio, a pesar de las restricciones impuestas entonces en su contra.
Ante el temor a los crecientes avances de Rusia y China en el área espacial, Washington creó en 2018 la Fuerza Espacial de EE.UU. (USSF, por sus siglas en inglés), la cual recibió su primera arma ofensiva en 2020.
Mientras que en 2021, Moscú y Pekín anunciaron que se habían asociado para una misión robótica en 2024. Además, están coordinando una serie de misiones lunares destinadas a construir una base de investigación permanente en el polo sur de la luna para 2030.
