Las nuevas movilizaciones en todo el país se produjeron en vísperas de la decisión del Consejo Constitucional, el último obstáculo para la promulgación por el presidente Emmanuel Macron del polémico proyecto, rechazado por los sindicatos y fuerzas políticas opositoras por elementos como la extensión de la edad de retiro de 62 a 64 años.
Según la CGT, en París marchó la misma cantidad de manifestantes que hace una semana, aunque en otras ciudades citó una baja en la asistencia, entre ellas Burdeos, Niza, Marsella y Rennes.
Las cifras reportadas por el Ministerio del interior, al igual que sucede siempre, son mucho más bajas, aunque en general existe coincidencia en las opiniones en que en las últimas jornadas han salido menos franceses a las calles, sin que las protestas dejen de mantener su carácter multitudinario.
En esta capital, en Nantes y en Rennes se produjeron algunos disturbios y enfrentamientos con la policía, con varios detenidos.
La secretaria general de la CGT, Sophie Binet, insistió en que el reclamo de los sindicatos es la eliminación de la reforma.
Asimismo, descartó aceptar la propuesta de Macron de reunirse con los actores sociales una vez el Consejo Constitucional emita su dictamen mañana.
Si es para hablar del retiro de la reforma de la jubilación, iríamos, pero si la intención del presidente es promulgarla y después encontrarnos, la respuesta es no, llevamos un mes solicitándole reunirnos sin que acepte, advirtió.