El telescopio espacial James Webb ha revelado impresionantes imágenes de la Nebulosa del Anillo, mostrando el objeto como nunca antes.
La nebulosa planetaria, conocida como Messier 57 (M57), se encuentra en la constelación de Lyra, aproximadamente a 2.200 años luz de distancia de la Tierra, y ha sido representada como un fascinante ojo verde y púrpura en el cosmos.
“Estamos asombrados por los detalles de las imágenes, que se ven mejor que nunca. Siempre supimos que las nebulosas planetarias eran bonitas. Lo que vemos ahora es espectacular”, dijo el profesor Albert Zijlstra, docente en astrofísica en la Universidad de Manchester.
Los astrónomos están particularmente entusiasmados con los hallazgos del JWST, siglas del dispositivo de observación, porque ofrecen una visión sin precedentes de la vida y la muerte de las estrellas.
La Nebulosa del Anillo son los restos de una estrella muerta, llamada enana blanca, en su núcleo, y su orientación única permite a los astrónomos estudiar su funcionamiento interno desde nuestro punto de vista en el sistema solar.
Las observaciones de la Nebulosa del Anillo también dan una idea de lo que puede deparar el futuro de nuestro propio sol. A medida que las estrellas similares al Sol agotan su combustible nuclear, pasan por una serie de transformaciones que eventualmente conducen a la creación de nebulosas planetarias como la M57.
“El Telescopio Espacial James Webb nos ha brindado una vista extraordinaria de la Nebulosa del Anillo que nunca antes habíamos visto”, dijo el profesor Mike Barlow, del University College London y codirector científico del proyecto de imágenes de la Nebulosa del Anillo JWST.
“Las imágenes de alta resolución no solo muestran los intrincados detalles del caparazón en expansión de la nebulosa, sino que también revelan la región interna alrededor de la enana blanca central con una claridad exquisita”.
Al estudiar la Nebulosa del Anillo, los científicos pueden comprender mejor los complejos procesos celestes y aprender sobre la composición química del gas y el polvo que rodea a la estrella moribunda.
