YouTube elimina el canal del famoso analista militar de EEUU Scott Ritter

Publicado:

El veterano exoficial de inteligencia del Cuerpo de Marines de EEUU, inspector de armas de la ONU, observador geopolítico y colaborador de Sputnik lleva más de un año brindando comentarios incisivos sobre la guerra proxy de la OTAN contra Rusia, desafiando la narrativa occidental dominante con su perspectiva sobre el origen de la crisis.

Noticias populares

El gigante de alojamiento de videos propiedad de Google, YouTube, eliminó el canal de Scott Ritter.

 

Un anuncio que dice “Esta cuenta ha sido cancelada debido a violaciones múltiples o graves de la política de YouTube, que prohíbe el discurso de odio” saluda a cualquiera que trate de navegar el canal de Ritter.

Sin embargo, la compañía alojadora de videos no proporcionó ninguna información sobre la naturaleza de estas supuestas “violaciones múltiples o graves”, o cómo los comentarios y entrevistas de Ritter, en su mayoría relacionados con el conflicto de Ucrania, constituyeron un “discurso de odio”.

YouTube permite que los usuarios informen sobre cualquier supuesto “discurso de odio”, algo que, a lo largo de los años, ha generado preocupaciones por parte de los creadores de contenido, quienes consideran que la plataforma de videos permite a los activistas en línea organizarse para silenciar voces y puntos de vista que tal vez no les gusten, con los que no estén de acuerdo o que desafíen narrativas corporativas importantes y el estado actual de las cosas.

Ritter reacciona

Ritter respondió a la decisión de YouTube en un par de tuits el viernes 11 de agosto, asegurando que la medida es un intento de las plataformas de redes sociales con sede en Estados Unidos de silenciarlo.

“Nunca hubo ningún discurso de odio involucrado en ninguno de los episodios del ‘Show de Scott Ritter’, a menos que uno considere odioso el contenido único de voces silenciadas”, escribió el colaborador de Sputnik.

“El conocimiento es poder, la ignorancia es debilidad. YouTube, a través de sus acciones, hace débiles a Estados Unidos y los estadounidenses”, calificó el observador político.

Señalando que su canal fue eliminado el mismo día que “Ask The Inspector”, otro de sus espacios comunicativos, Ritter enfatizó que “este es un esfuerzo específico de YouTube para eliminar/minimizar mi voz, y la de mis invitados y la personas que se tomaron el tiempo para hacer preguntas de sondeo sobre los temas apremiantes del día”.

“Aquellos que están detrás de esto deben saber: no tendrán éxito. Hay un vasto mundo de redes sociales más allá de YouTube. Y para aquellas voces que todavía usan YouTube como el vector principal para su audiencia, entiendan esto: conformarse o perecer. Si estás haciendo un programa geopolítico y todavía estás en la plataforma de YouTube, pregúntate por qué. Y estate dispuesto a vivir con la respuesta”, agregó.

Ritter no es ajeno a la censura de las principales plataformas en línea. El año pasado fue suspendido de Twitter después de llamar al presidente Joe Biden un “criminal de guerra” y acusarlo de “buscar culpar a Rusia por los asesinatos de Bucha”.

Más tarde recuperó su cuenta, pero fue suspendido de nuevo tras tuitear “prueba, prueba, prueba. Bucha fue un crimen de guerra” y asegurar que “Ucrania lo hizo”.

Desde entonces, ha sido reintegrado nuevamente. Ritter se ha enfrentado a una campaña aparentemente organizada en su contra en la plataforma de microblogging, con usuarios apelando al propietario del sitio para que lo censure permanentemente.

spot_img

DEJA UN COMENTARIO (si eres fascista, oportunista, revisionista, liberal, maleducado, trol o extraterrestre, no pierdas tiempo; tu mensaje no se publicará)

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Últimas noticias

Unesco reporta asesinato de 44 periodistas dedicados al medioambiente

Santiago de Chile. Un total de 44 periodistas que informaban sobre temas medioambientales fueron asesinados durante los últimos 15 años y sólo cinco casos terminaron en una condena, según un estudio de la Unesco dado a conocer aquí