Por relajar un poco la cosa, y a la espera de Níger y de cómo se resuelve el cada vez más claro componente anticolonial de lo que está pasando allí, una historia de las cuevas de ladrones, como con acierto Rafael Alberti calificaba a los museos de las metrópolis que exhiben sin pudor muchas muestras culturales robadas a los pueblos que estuvieron bajo su colonización, los demócratas y «civilizados» que «salvaban» esos tesoros del salvajismo de los bárbaros e ignorantes. La práctica totalidad de esas obras aún siguen robadas, sin devolver a sus pueblos.
La historia viene a cuento porque la cueva de ladrones conocida como Museo Británico reconoció a mediados de mes, un poco después de irme unos días, que han sido robadas o dañadas unas 2.000 piezas de sus colecciones. Según ellos mismos son «reliquias culturales de incalculable valor». De inmediato muchos países que sufrieron el expolio de sus «reliquias culturales de incalculable valor» por los británicos repitieron por enésima vez la petición de que les sean devueltas, a lo que los británicos se han vuelto a negar. Lo absurdo es que argumentan que lo hacen «por motivos de seguridad». Y lo hacen escudándose en una ley de 1963.
¿Qué países son? Principalmente tres, Egipto, Grecia y China, aunque la cueva de ladrones conocida como Museo Británico tiene también bienes robados de Australia, Chile, Etiopía, India, Irán, Irak, Nigeria y Tayikistán.
Es la nostalgia imperial de Occidente, ese Occidente que habla de democracias y valores que solo valen lo que a ellos les beneficia. Pero no, eso de nostalgia imperial es falso. Ellos son «custodios del patrimonio mundial» (sic).
Que los frisos del Partenón estén en esta cueva de ladrones es un insulto a Grecia y a la humanidad. Que pase lo mismo con la Piedra Rosetta es un insulto a Egipto y a toda la humanidad. Que las más antiguas pinturas sobre seda del mundo, robadas del palacio imperial de Beijing durante la guerra del opio, estén en esta cueva de ladrones es un insulto a China y a toda la humanidad.
Llámese como se quiera, pero esto es una muestra más del neocolonialismo occidental. Habrá golpes de pecho, tal vez, declaraciones falsas y educadas para que el Sur Global no se cabree más de lo que ya lo está con Occidente, pero no habrá ninguna acción práctica.
Es la arrogancia occidental otra vez la que se manifiesta cuando se dice, como la cueva de ladrones conocida como Museo Británico, que «las reliquias culturales pueden ser robadas en algún momento si son devueltas» (sic). Es ridículo el argumento cuando el Gran Museo Egipcio es uno de los más grandes del mundo y uno de los más avanzados y la Piedra Rosetta está mejor en él que en esa cueva de ladrones británica. Lo mismo vale para el resto de países que reclaman sus bienes robados.
Por ejemplo, Colombia lleva años reclamando a España la devolución del tesoro Quimbaya. Angola tiene reclamaciones con Portugal. Egipto con Alemania por el busto de Nefertiti. México con Austria por el Penacho de Moctezuma. Turquía con Alemania. Indonesia con los Países Bajos. Malí con Francia. Y así con la práctica totalidad de potencias colonizadoras.
La descolonización está en pleno auge en África. No es de extrañar que llegue también aquí. La descolonización de las cuevas de ladrones está a punto de comenzar también.
P.D.- s8a, un amigo de esta página, ha elaborado un interesante cuadro comparando los BRICS con el fantasmagórico G-7. Sacad vuestras propias conclusiones.
El Lince